En la comunidad de San Miguelito, en Santa Rosa Jáuregui, más de 400 familias se dedican a la elaboración de balones, de acuerdo con el delegado de la zona, Manuel Santana García.

Manifestó que esta es la tercera mayor actividad comercial de la delegación, solo detrás del sector agropecuario y la producción de carnitas, situación por la cual, dijo, se debe apoyar a los artesanos de la comunidad.

“El apoyo se le da a quienes de alguna manera lo han requerido. El proyecto de balones de San Miguelito va en grande y tenemos que seguir con el apoyo para que crezca aún más”, expresó Santana García.

De acuerdo con el delegado, la comunidad de San Miguelito se ha caracterizado por la realización de balones ya que los artesanos de este lugar lo han trabajado con mucha dedicación, para sacar a sus familias adelante y preservar la tradición e identidad de su comunidad.

“Más de la mitad de los habitantes de San Miguelito se dedican a la producción de balones, desde la actividad mínima hasta quienes lo realizan todo: hay quienes marcan los patrones para el balón, hay quienes los cortan y quienes los terminan; también existen quienes los pintan”, mencionó.

Tradición sin recursos suficientes

El señor Federico Puga Rodríguez, se dedica a la creación de balones desde hace 40 años, sin embargo, aseguró que ya no es negocio realizar esta actividad por la falta de recursos. Solicitó a las autoridades estatales la creación de una cooperativa para continuar con la producción de estos artículos.

“Desde que tenía yo 11 años me dedico a realizar esta actividad, y ahora en compañía de mis 8 hijos y mi esposa nos ponemos a trabajar para construir balones”, refirió el señor Federico.

A sus 51 años de edad y en compañía de sus familiares, llegan a tener una producción mensual de 600 balones: grandes, chicos, algunos medianos. Después se llevan a la ciudad o a otras comunidades del municipio para su venta.

Comentó que los artesanos de San Miguelito ya no tienen recursos económicos para invertir y seguir con la construcción de balones, además de que los materiales se han encarecido, toda vez que el mismo producto se encuentra en las tiendas comerciales y son de origen extranjero.

“Si tuviéramos recursos haríamos crecer esta actividad y beneficiar a muchos jóvenes, señoras y hasta a personas de la tercera edad”, externó.

El señor Federico aseguró que si el gobierno estatal destinara un millón de pesos para la creación de una cooperativa en la comunidad de San Miguelito, podrían hacer crecer nuevamente la venta de los balones y sacar adelante a muchas familias que lo requieren.

“Así nos podríamos beneficiar todos, no solo unos pocos; solo si tuviéramos una cooperativa. Esta es nuestra actividad pero la falta de dinero es lo que nos ha detenido”, mencionó Federico.

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