En Querétaro sólo 6.4% de la población joven estudia y trabaja, es decir, 39 mil 512 personas, según estadísticas del el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve).

Entre ellos se encuentra Karla Erika Escobar Basaldúa, estudiante universitaria de 22 años.

Karla cursa el sexto semestre de la licenciatura en Sociología, en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y desde sus 15 años la joven ha compaginado su formación academia con sus labores de trabajo. Refiere que este paralelismo conlleva dificultades, pues a la fecha el ámbito laboral, en el que se desempeña como auxiliar administrativo y en un centro nocturno, absorben gran parte de su tiempo.

“Ha sido difícil, porque en este caso una dice ‘bueno, quiero ir a la universidad, quiero terminar mi carrera’, pero luego ni siquiera tengo para transportarme. Hay veces que no duermo por hacer trabajos o lecturas”, declaró Karla Erika.

El Imjuve destaca que en la entidad, de 617 mil 382 personas entre 14 y 29 años, 39.6% solamente se dedican a estudiar; 30.7 % se dedica únicamente a trabajar ; 23.3% no estudia, ni trabaja y 6.4% es el porcentaje de población en este sector que se dedica al trabajo y al estudio simultáneamente.

Discernió sobre el problema de trabajar y estudiar: “sí está pesado en el sentido de que quieres cumplir con el papel de estudiante, pero muchas veces no se pude cumplir con el rol de alumno de tiempo completo”.

Recapitula que hubiese querido estudiar artes escénicas, sin embargo —aunque no fue así— su entusiasmo y emprendimiento le han permitido desenvolverse en este ámbito.

“Quería entrar a artes escénicas pero me dije ‘no siento que esté como para darme el lujo de trabajar por amor al arte’. De hecho fue así; me gusta, me apasiona, pero tal vez ahorita no sea para dedicarme de lleno, lo hago en ratos libres, los fines de semana participo en obras de teatro”, aseguró.

karla Erika comparte que la licenciatura que estudia le demanda tiempo para leer y comprender los temas que se abordan, situación que ha sido muy compleja, pues el trabajo absorbe su ocupación prioritaria: los estudios.

“Entonces en ciencias sociales necesitas leer mucho y comprender, o sea, la investigación de un sociólogo es muy fuerte y sí requiere de tiempo y dedicación; sin embargo, cuando estás trabajando es más difícil porque ¿qué trabajo te pueden dar cuando sólo has terminado la prepa y no tienes un tiempo completo disponible?”, expresó Karla

El tiempo disponible, es consumido por su trabajo y ambos han desplazado a los estudios de la joven. “Buscas un trabajo y lo primero que te piden es disponibilidad de horario, por lo que optas por uno de medio tiempo y te vas de cajera o de vendedora de mostrador, entonces sí es complicado. Así sí está medio ‘cañón’ (difícil)”, dijo.

Tiempo para el deporte

Además de estudiar y trabajar, Karla mantiene una vida deportiva; pues mientras entre semana el trabajo y el estudio terminan con su cotidianidad, las mañanas de fin de semana los dedica a ejercitarse en el Centro de Desarrollo Comunitario Reforma Lomas, sitio donde realiza atletismo.

El espacio laboral aletargó la formación académica de Karla; las pocas horas dedicadas a la sociología ha tenido que retrasar dos semestre su graduación: “para trabajar tuve que dar de baja materias, ahorita debería estar en octavo pero me regresé a sexto, entonces a veces resulta muy complejo”.

Rememoró su infancia y la vida de su madre: “realmente es una cuestión generacional y de familia, soy la primera nieta que se va a la universidad y ahora digo ‘yo no quiero llevar el nivel de vida que llevé de niña o que llevó mi madre o mis tías’, en cambio, ella sabe que si yo sé que hay más, quiero llegar a más”, resaltó Karla Erika.

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