La diabetes es una enfermedad metabólica que se vincula directamente con los altos niveles de glucosa en la sangre. El principal factor de riesgo en la diabetes de los mexicanos es la combinación genética, además de la obesidad o sobrepeso, advirtió la doctora Susana Gallardo Vidal, coordinadora clínica de Educación e Investigación de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Existen cuatro tipos de diabetes, según la Asociación Americana de Diabetes: la tipo 1 está relacionada con problemas inmunológicos, que es un virus que afecta las células beta del páncreas; la diabetes tipo 2 es una enfermedad genética con niveles altos de obesidad y presencia de sedentarismo.

Además, existe la diabetes gestacional, que se desarrolla cuando las mujeres sufren cambios en su sistema hormonal en el embarazo y dentro de estos cambios existe una hormona llamada Lactógeno Placentario, producida por la placenta, que altera el metabolismo de la glucosa y eleva sus niveles, aunado a la obesidad. Y por último, un tipo de diabetes producido por cáncer en el páncreas o medicamentos que se estén tomando y generan un daño en este órgano.

Los principales factores de riesgo en las personas para contraer esta enfermedad son los siguientes: antecedentes familiares, colesterol alto, presión arterial, obesidad y sobrepeso.

En la actualidad no se ha encontrado la cura para la diabetes, aunque muchas personas, por falta de información, tienen la creencia de tomar medicina alternativa, así como hierbas o terapias, pero la diabetes es una enfermedad crónica degenerativa que no se cura, debido a que las células del páncreas ya no se pueden regenerar y dejan de producir insulina, por lo tanto hay alteración de la glucosa en la sangre.

Es importante mencionar que la sintomatología no se presenta hasta que los niveles de glucosa están altos y está vinculada principalmente con las polis.

Por ejemplo la poliuria, que es la emisión de un volumen de orina superior al esperado; polifagia, que es el aumento anormal de la necesidad de comer; polidipsia, que es la ingesta excesiva de agua y por último la disminución abrupta de peso.

“A pesar de que no hay cura, se puede controlar haciendo principalmente una visita al médico para iniciar un tratamiento farmacológico y una dieta baja en alimentos como grasas, azúcares y carbohidratos”, indicó la doctora Susana Gallardo.

Las complicaciones a futuro están relacionadas con la neuropatía diabética que altera los nervios, en la que los más afectados son los pies y se puede llegar hasta una amputación. Otro aspecto es la nefropatía, que altera el riñón, así como la retinopatía diabética, que, ocasiona que las personas pierdan la vista.

“Es posible prevenir esta enfermedad con una alimentación balanceada y ejercicio, dado que el sedentarismo es uno de los principales factores. Es de suma importancia acudir a su UMF y realizarse una detección de diabetes oportuna.

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