Óscar Chávez era un hombre de placeres simples. Nunca tuvo horarios estrictos para hacer las cosas, sólo dejaba que el trabajo, cuando se sentaba a hacerlo, diera sus frutos... a la hora que fuera.

“Mis placeres no han cambiado, me gusta oír mucha música, toda mi vida he leído mucho, trato de hacer canciones, proyectos y quisiera publicar cosas de poesía o mi cancionero, que nunca lo he hecho”, dijo a EL UNIVERSAL en 2019, previo a su participación en el Vive Latino.

De acuerdo con amigos suyos, como el cantautor Rafael Mendoza, Óscar era “divertidísimo en la confianza de los amigos, pero también rudo, uno no podía decir tonterías frente a él”.

“Óscar se nos muere y se nos muere una época, un amigo, un compañero de trabajo, un maestro. Un tipo que desde que era joven, sin conocerlo, me mostró el otro lado de la canción. Perdemos a un hombre querido, respetado, coherente, de una pieza, derecho, que nos marcó ruta a muchos cantores, hoy nos deja a mitad del camino”, dijo Mendoza en entrevista.

Nacido en la colonia Portales, de la Ciudad de México, Óscar Chávez abrazó esta ciudad y sus calles, este país y sus cantos, y los abanderó toda la vida; cantó por aquellos sin voz, nombró las injusticias del pueblo, los abusos del gobierno.

“Se vende mi país”, “Por ti”, “La niña de Guatemala”, “Las casas de cartón”, “Perdón” y “Macondo” son algunas de sus interpretaciones más populares, pero hizo alrededor de 150 composiciones y medio centenar de discos, entre ellos Herencia lírica mexicana 1 y 2, Un trovero llamado Óscar, La Llorona.

Músicos, políticos, actores y productores han lamentado su partida, entre ellos la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quien dio a conocer la noticia ayer por la tarde.

“Una voz de lucha nunca se apaga, gracias Óscar Chávez, tu vida fue un viaje digno de ti”, escribió en Twitter. Chávez fue hospitalizado el martes por la noche con síntomas de Covid-19, la pandemia que hoy mantiene a todo el mundo en cuarentena, y que impedirá que Chávez sea despedido como debería serlo.

Edgar Oceransky aseguró que Chávez no sólo fue un gran hombre, también fue un gran maestro.

“Fue él quien inició el camino de nosotros en México, es incluso un predecesor al movimiento de la nueva trova cubana; cuando ésta llegó a México, él ya estaba instaurado como un cantautor importante. Fue la puerta de entrada de la canción de autor en México”, dijo el músico.

Además de ser compositor e intérprete, Chávez fue un gran actor, como consta en filmes como Los caifanes, donde dio vida a El Estilos. En esa cinta de 1967 actuó con Julissa, quien recordó que fue en 2017 cuando lo vio por última vez, en el festejo del aniversario de Los caifanes.

“Era un gran hombre, un virtuoso, y sabía poner las palabras adecuadas para retratar la realidad que vivíamos. Me da mucha pena esto”.

Chávez también actuó en otras películas, entre ellas La generala, con María Félix.

“Los movimientos estudiantiles estuvieron muy identificados con la fuerza de sus letras, de ese mensaje de protesta”, afirmó Roberto Cantoral Zucchi, director de la Sociedad de Autores y Compositores (SACM). Con información de Araceli García y Ariel León Luna

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