Museos y galerías de arte abren sus puertas el martes 1 de septiembre, luego de cinco meses con las puertas cerradas. Los espacios públicos son retomados, tímidamente, con cierto temor, pero con firmeza, como las tres mujeres que por separado entran a la galería Libertad, o el hombre que ingresa al Museo de los Conspiradores en solitario.

Los protocolos son obligatorios

Un tapete sanitizante para ingresar y un gran cartel que anuncia las medidas. Personal de seguridad toma la temperatura de los visitantes y ofrece gel antibacterial.

Una mujer ingresa a la galería. Lleva su cubrebocas, como lo marca la normativa. Entra en solitario. No hay nadie más al interior de la galería, así que se toma su tiempo en observar cada una de las fotografías que componen la exhibición.

Paulina Macías, coordinadora de la Galería Libertad, explica que durante las primeras horas de la reapertura todo luce tranquilo.

Explica que durante este tiempo y preparándose para la reapertura, tomaron cursos impartidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “llevamos unos meses preparando el protocolo, hicimos cursos entre nosotros para practicar cómo lo íbamos a hacer.  Ahorita tenemos todo bajo control. La verdad es que ha venido poquita gente. Yo creo que el fin de semana es cuando vamos a enterarnos mejor qué tanta gente viene”, dice.

Apunta que el flujo de visitantes a la galería variaba entre 200 y hasta mil 200. En promedio se registran alrededor de nueve mil visitas mensuales a la galería, lo que cree que no sucederá en la nueva normalidad, pues la gente no se anima aún a salir de manera masiva y porque tienen que operar el 30%. “Sólo podemos recibir 25 personas al mismo tiempo”, señala.

Apunta que implementarán la modalidad de citas telefónicas para que los visitantes agenden su hora para visitar la galería, limitando la cantidad de personas que podrán estar al interior, como medidas para evitar un mayor número de contagios y eso conlleve al cierre nuevamente de los espacios considerados como no esenciales.

Otras dos mujeres ingresan a la galería

Tienen que cumplir con todo el protocolo y algo muy importante es llevar cubrebocas. Sin el mismo, está prohibida la entrada.

En el Museo de los Conspiradores, Eduardo Meade, administrador del recinto cultural, espera en la puerta la llegada de los visitantes a este espacio cultural inaugurado hace un lustro.

El personal de seguridad es el encargado de hacer cumplir las medidas sanitarias, como tomar temperatura, brindar gel antibacterial, y verificar que las personas cuiden la sana distancia y sigan cierta dirección cuando visitan las salas del museo.

Presente en el sitio se encuentra Arturo Mora Campos, director de Difusión y Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del estado de Querétaro.

Meade explica que este 1 de septiembre se reanudaron las actividades abiertas al público en todos los museos queretanos, luego de pasar cinco meses cerrados, aunque no inactivos, por la emergencia sanitaria provocada por el SARS CoV-2.

Explica que durante estos meses llevaron a cabo actividades a distancia y virtuales con sus visitantes, con éxito por la cantidad de personas que participaron en las mismas.

Mientras Eduardo explica que el museo, al igual que otros espacios sólo podrá funcionar al 30% de su capacidad, un hombre llega a la puerta y observa al interior. Pregunta al personal de seguridad si puede entrar. Tras obtener una respuesta afirmativa, ingresa al museo. Tiene que limpiar sus zapatos en el tapete sanitizante, y dejarse tomar la temperatura. Recibe gel antibacterial e ingresa. Tiene el museo para él solo. En ese momento no hay ningún otro visitante en el recinto.

Eduardo agrega que desde que inició la pandemia la Secretaría de Cultura se dio a la tarea de iniciar los protocolos para la reapertura, que se fue extendiendo desde marzo a la fecha.

Precisa que en esta reapertura los visitantes podrán ingresar al museo por medio de citas, no podrían controlar el ingreso libre y preservar la sana distancia. Las citas serían a través de la Secretaría de Cultura y de cada museo.

“Dependiendo de cada museo tienen diferente capacidad de trabajar. En el caso específico del Museo de los Conspiradores estamos hablando que la cantidad de visitantes, junto con la cantidad de personal que está laborando es un total de 29 personas distribuidas a lo largo del museo, porque también se está cuidando mucho que en este protocolo de seguridad es que los espacios no se ocupen en una cantidad mayor a los recomendable.

En el caso de este museo, las salas de exhibición temporal sólo podrán albergar a dos personas como máximo, en las más chicas y hasta seis en las de mayor tamaño, mientras que las salas permanentes pueden tener hasta tres personas en las pequeñas, y cinco en las de mayores dimensiones. La sala audiovisual solamente será para dos personas, por las dimensiones.

El visitante al museo podrá permanecer dentro del recinto hasta 40 minutos, debido a que el museo es pequeño, aunque también es uno de los más visitados, por su ubicación y por la oferta museística que tiene, algo que se notó en las actividades que llevaron a cabo a través de redes sociales. Ahora, sus visitantes lo podrán hacer presencial, con sus medidas de seguridad. “La cultura no se puede frenar de un solo golpe”, dice Eduardo Meade, detrás del cubrebocas mientras mira el edificio que alberga a uno de los museos más nuevos de Querétaro.

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