Los más de 10 mil alemanes que viven en México están de plácemes. Y es que a la distancia gozan el despertar del Panzer, el crecimiento del “músculo”. Es que el futbol alemán está de regreso.
La muestra es más que clara. Los dos grandes de la Bundesliga: Bayern Munich y Borussia Dortmund, están con un pie en la final de la Liga de Campeones de Europa, al sacar una importante ventaja en los juegos de ida por las semifinales.
El Bayern derrotó 4-0 a Barcelona y Borussia pasó 4-1 sobre el Real Madrid, ambos españoles y de los equipos más publicitados del planeta.
“Estamos todos felices con estos resultados y digamos que sorprendidos. Estos dos equipos han mejorado mucho, pero quién iba a pensar que pasaría esto”, reconoce Mathias Kassel, agregado de la embajada de Alemania en México y gran conocedor de la Bundesliga.
La frase: “El milagro alemán” se utilizó por primera vez cuando, en los años 50, el país se reconstruía después de ser derrotado en las grandes guerras. Ahora, en el futbol, se vuelve a emplear luego de que en 2000, la selección teutona fuera eliminada en la primera ronda de la Eurocopa.
“Lo que sucedió en 2000 fue un duro golpe en el orgullo alemán. Tradicionalmente nosotros ganábamos durante los 80 y los 90, gracias a nuestra fuerza, y no nos importaba la técnica. Nos dimos cuenta que, con el tiempo, los holandeses, los ingleses, los españoles y hasta los latinos nos habían igualado en fuerza, pero además ellos tenían técnica. Lo del Panzer, lo del músculo alemán, ya no funcionaba”, acepta Mathias.
¿Qué hizo la Federación de Alemania ante tal desagravio? Reinventarse. “Fue un plan empresarial. Decidieron construir escuelas de futbol en todo el país. Cada niño alemán tiene una escuela de futbol a 25 kilómetros de distancia. La inversión inicial fue de 20 millones de euros [26 millones de dólares] por escuela y cada año aportan otros 10 [13 mmd]”.
La inversión fue a corto y mediano plazo: “Se nota la diferencia con gente como [Mesut] Özil, Toni Kroos. Hoy, el futbolista alemán no sólo es de fuerza, hoy somos inteligentes”.
La Bundesliga se benefició de inmediato con los nuevos planes, los cuales no sólo fueron en el sector educativo, sino en otros niveles.
“Puede ser que la Bundesliga sea menospreciada. Antes importábamos a nuestros mejores jugadores, hoy no, y hasta para las figuras extranjeras, la Liga alemana es atractiva. Los estadios alemanes, gracias al Mundial de 2006, son los más modernos del mundo. Los estadios están llenos en todos los partidos y aunque este año, el Bayern robó en la Liga [al coronarse con más de 20 puntos de distancia], el campeonato es competitivo, no es como en España o Inglaterra, en donde sólo dos o tres equipos se disputan el título”.
La cuestión económica es fundamental. Las finanzas sanas en el gobierno alemán se han traducido al futbol. “El tope salarial es muy importante. Los clubes no pueden gastar más de lo que perciben”.
Bayern Munich y Borussia Dortmund son la punta de lanza de este nuevo “milagro alemán”. Dos equipos que se reconstruyeron cuando tenían que evolucionar.
“El Dortmund es un caso especial. Hace cinco años estaba quebrado, hasta el Bayern, por un tiempo, le dio crédito de 2 millones de euros [2.6 millones de dólares] para que sobreviviera. Tenía muchos jugadores caros, hicieron la locura de comprar a Amoroso, por 26 millones de euros [36 millones de dólares]. Estaban mal. Hasta que llegó este señor Jürgen Klopp y reorganizó el equipo. Comenzó a formar futbolistas y compró extranjeros baratos. Vinieron desde abajo y aquí están sus ganancias”.
El “milagro alemán” se ha concretado. La clave fue evolucionar, no quedarse en el pasado. “Ya no somos sólo músculo, ahora pensamos”.
