A pesar de que Javier Orozco, con sus tres goles en 33 minutos y uno más en el complemento, puso a Gallos Blancos en la lona en el partido de ida de la final del Clausura 2015, la esperanza de los aficionados de ver a su equipo despertar se mantuvo durante los 90 minutos del primer capítulo del histórico encuentro y se mantendrá también hasta el domingo.

De nueva cuenta, aficionados al equipo emplumado se dieron cita en el Jardín de la Corregidora, en el centro histórico queretano, para disfrutar el primer partido de la final que, conforme pasaron los minutos, se convirtió en sufrimiento y angustia por el impecable juego de los laguneros y la noche inspirada del ‘Chuleta’.

Al 59’, cuando cayó el cuarto gol del santista, fue cuando más fuerte se escucharon los cánticos de los ‘hinchas’ queretanos. Eran pocos, pero llenos de entusiasmo. Cada intervención de Tiago Volpi era celebrada de pie. La afición ya no quería más goles en Torreón contra Gallos, querían por lo menos uno de su equipo para que la carga en el partido de vuelta no fuese tan pesada, pero éste no llegó. Sí lo hizo su rival Diego González, para marcar el quinto gol para los laguneros.

“Sí se puede” se escuchó durante el medio tiempo, “ahorita reaccionamos”, decían algunos seguidores de Gallos. El plantel actual de Querétaro ilusiona, tanto para creer en que se puede dar una remontada. Eso genera la pasión hacia un equipo.

El apoyo sigue y seguirá siendo incondicional para Gallos pase lo que pase. “Este equipo nos ha dado lo que nadie, nuestra primera final y eso siempre lo agradeceremos”, señaló Óscar Rodríguez, quien decidió reunirse con algunos amigos para aprovechar la pantalla gigante y disfrutar el juego. “Será muy difícil, pero esperemos que suceda el milagro para poder ver a Gallos campeón, aunque se ve complicado”, concluyó.

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