Con la mira puesta en los Rayados del Monterrey, Gallos Blancos continuó su preparación para el partido del próximo viernes en el estadio Corregidora, donde tienen prohibido perder si quieren aspirar a alcanzar un lugar en la Liguilla.

Gallos marcha en la posición número 10 de la tabla general, lugar un tanto irreal, pues Guadalajara, Pachuca, Atlas, Cruz Azul, Dorados y Veracruz, tienen un partido menos.

Con excepción de la Máquina Celeste, los otros tres equipos tienen 17 puntos, por lo que un triunfo de alguno de ellos los pondría sobre los queretanos, que suman 18 unidades, con sus partidos completos.

La jornada del pasado fin de semana se debió jugar el clásico tapatío entre Rojinegros y el Rebaño Sagrado, pero debido al huracán “Patricia” se postergó para el 11 de noviembre, mientras que el Pachuca contra Cruz Azul, de la jornada 12, fue suspendido por razones climáticas, se jugará el 14 de noviembre, mientras que Dorados y Veracruz, también de la jornada 12, se jugará antes, el 10 de noviembre.

Estos partidos pendientes ponen aún el vilo la calificación del cuadro emplumado, pues en caso de que se combinen victorias de estos equipos en la jornada 15 y Gallos Blancos no sume tres puntos, los alejaría de cualquier posibilidad de estar en los primeros ocho equipos del torneo.

La próxima jornada dos de estos equipos se verán las caras: Chivas y Pachuca se enfrentan, una victoria de uno de los dos, o de Cruz Azul sobre Veracruz, o del Atlas sobre León, pondrá más presión a los queretanos.

De ganar, Querétaro superaría con 21 puntos a Monterrey que se quedaría con 20 unidades, ascendiendo al octavo lugar general, esperando el resultado de Jaguares contra Puebla (sexto lugar general), pues los chiapanecos marchan con 20 puntos.

Los dirigidos por Antonio La Volpe llegarán motivados a su partido, luego de quitarle lo invicto a Pumas como local, además de ser uno de los mejores locales del torneo Apertura 2015, por lo que de vencer a los de la Angelópolis se colocarían en zona de Liguilla, sacando a Gallos.

Pese a que el panorama parece oscuro, por la combinación de resultados, partidos pendientes de sus rivales directos por un boleto, y a que como locales no han sido tan contundentes, Gallos debe ganar sus tres partidos restantes, que serán para los emplumados a matar o morir.

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