El máximo referente del basquetbol argentino estará ausente del Mundial de España, además de otro par de jugadores importantes, pero eso no quiere decir que el equipo llegue al torneo sin aspiraciones de trascender.

El guardia tirador Manu Ginobili, considerado el mejor basquetbolista en la historia de su país, no recibió permiso de los Spurs de San Antonio para estar en la justa en lo que es un duro golpe para las aspiraciones de un campeonato.

Ginobili se recupera de un año largo plagado de lesiones y el entrenagor Greg Popovich no autorizó que hiciera el viaje.

Además de Ginobili, otros ausentes importes serán Carlos Delfino, de los Bucks de Milwaukee, y Juan Gutiérrez, quienes están descartados por lesión.

“Duelen las bajas de grandes amigos y compañeros de equipo”, dijo Andrés Nocioni, quien jugó en la NBA con varios equipos y acaba de fichar con el Real Madrid.

A pesar de los grandes ausentes, Argentina posee un equipo veterano que mantiene sed de triunfos y que pondrá toda su experiencia a favor de la causa.

Luis Scola (Indiana), Nocioni y Pablo Prigioni (NY Knicks), son tres jugadores de la generación dorada que fue segunda en el Mundial de Indianapolis 2002 y medalla de oro en los Olímpicos de Atenas 2004, además de bronce en los de Beijing 2008.

Los tres quieren agregar más éxitos a sus brillantes carreras.

“A esta selección se le exige mucho por la trayectoria que tiene”, le dijo Nocioni, en entreivsta al diario El Clarín de su país.

“Vamos a jugar para estar lo más arriba posible, pero sabemos que hay muy buenos equipos”.

Otros dos grandes veteranos en el equipo son los delanteros Leonardo Gutiérrez y Walter Hermann, quienes han acompañado al equipo en los éxitos del pasado.

Pero Argentina ya comenzó a preparar el recambio generacional.

España será testigo de la apuesta de varios jugadores que se espera sean el presente y futuro.

Ninguno ejemplifica más eso que el talentoso Facundo Campazzo, quien acaba de fichar para el Real Madrid.

Campazzo, quien tiene 21 años de edad, cumplió con destacado papel en los Olímpicos de Londres 2012, donde Argentina fue cuarta.

“Se sienten las bajas de Manu, la de Carlos [Delfino] y también la de Juan [Gutiérrez]. Pero creo que tenemos una muy buena combinación de jugadores con experiencia y calidad y otros jóvenes que están surgiendo y muestran notables condiciones”, dijo Campazzo, quien usualmente es el cambio de Prigioni en los juegos.

Además de Campazzo, el entrenador Julio Lamas lleva al Mundial a los juveniles Nicolás Laprovíttola, Franco Giogetti, Marcos Delía y Juan Fernández, las apuestas de recambio generacional argentino.

“Estamos obligados a iniciar el proceso de transición. La ausencia de Manu fue un mazazo. Cuando se confirmó, lloramos todos, insultamos al aire y al otro día volvimos a trabajar con más fuerza aún, pensando alternativas”, dijo Lamas al diario Z de su país, quien no descarta repetir una actuación como la de los Juegos de Londres 2012.

“No es imposible, pero sí muy difícil. Estoy muy conforme con los amistosos y con cómo se fueron acoplando los chicos. Más que nunca, la figura debe ser el equipo”, dijo el estratega.

Argentina ha dejado algunas dudas en su gira de preparación, tiene a favor toda su experiencia y jugadores que han probado las mieles del éxito y que no se conformarán con ser comparsas.

Si los jóvenes se compartan a la altura de una justa del orbe, los argentinos tienen razones de sobra para pensar en trascender.

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