Gallos Blancos dejó escapar la oportunidad de tomar ventaja en su serie de treintaidosavos de final de la Tercera División Profesional, al empatar 1-1 con Brujos del Atlético San Francisco en el juego de ida, celebrado este miércoles en el estadio La Cañada.

Cabe destacar que Gallos Blancos llegó a este compromiso con un hándicap en contra, ya que no pudo contar con la participación de uno de sus hombres más importantes, Bryan Álvarez, quien cumplió con un partido de suspensión, mismo que le fue otorgado por la Comisión Disciplinaria por acumulación de tarjetas amarillas.

Contrario a lo que había ocurrido durante los últimos días en la zona metropolitana de Querétaro, esta vez las nubes dejaron su lugar al astro rey, que con toda su intensidad se dejó sentir en el inmueble del municipio de El Marqués, lo que no representó obstáculo alguno para que los futbolistas se brindaran al ciento por ciento ni para que la gente en el graderío dejara de arengar durante todo el juego.

Luego de alrededor de 15 minutos de estudio entre los 22 jugadores sobre el empastado, el cuadro guanajuatense comenzó a adelantar líneas, asumiendo así en pleno su papel de equipo favorito en la eliminatoria, considerando que dominó durante todo el año el Grupo IX, mientras que los emplumados clasificaron a esta ronda como cuarto lugar de Grupo VIII.

Sin embargo los locales no llegaban a ser dominados y los duelos en el plano individual comenzaron a cobrar importancia, cuando los dos equipos, necesitados de sorprender al rival, intentaban tener variantes para generar espacios; en esos enfrentamientos destacaron Eduardo Páramo (Gallos) y Alan Puga (Brujos).

La visita estuvo a punto de ponerse arriba al 25’, pero el travesaño se convirtió en el último hombre de la zaga queretana y desvió, para alegría de la mayoría de los presentes, lo que pudo ser el 1-0 a favor de San Francisco; el disparo fue obra de Antonio Martínez.

Y ya lo dice el viejo adagio futbolero: “gol fallado, gol en contra”, pues en la siguiente jugada los foráneos cometieron una infracción en su propia área y así se marcó la pena máxima, misma que fue cobrada atinadamente por Manuel Salazar, desatándose así la algarabía y el ruido en La Cañada.

El golpe anímico fue duro para los Brujos, lo que se unió a la enorme confianza que tomaron los jugadores del Querétaro, quienes pudieron entonces hacerse del dominio de las acciones y no permitieron la reacción visitante.

Pero en la segunda parte las cosas cambiaron y una vez que los hechiceros pudieron serenarse volvieron a ejecutar el futbol que les llevó al liderato de su sector en primera ronda y aunque los pupilos de José Manuel Martínez jugaron a tope, no pudieron evitar el gol de la igualada de Alan Puga, que a la postre fue el definitivo.

Así, San Francisco del Rincón parece tener todo a su favor para liquidar la serie en su feudo el sábado a partir de las 17:00 horas, cuando se lleve a cabo el partido de vuelta y se defina al invitado a la ronda de diesiceisavos de final.

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