“Batazo de jonrón que vacía las bancas y llena los estadios”. Pedro Mago Septién era un jonrón con las bases llenas. El hombre que superó los márgenes del cronista deportivo para alcanzar la de personaje de la historia, murió ayer a los 97 años. El mundo del beisbol se enluta, sus compañeros de charla y alumnos lo hacen manifiesto..

“Reza un dicho que “sólo hay una cosa mejor que ver beisbol y es hablar de beisbol” y si de ello se trataba, Pedro Septién podía pasar días y noches enteras acompañado por un café y su tradicional concha para rememorar el juego o encuentros de la semana, recuerda Agustín Castillo, cronista viajero de los Diablos Rojos del México y amigo del Mago.

Para Castillo, quien se encarga de transmitir cada encuetro de la novena infernal, la partida de Pedro Septién deja un hueco casi imposible de llenar, pues el conocimiento y cualidades que reunía el Caballero del micrófono hacen un fórmula casi imposible de repetir.

“Don Pedro era un hombre que seguía informándose de los deportes, en especial del beisbol. En el beisbol encontró el deporte perfecto, por la cantidad de combinaciones que puede regalar una jugada”, recuerda Agustín, quien añadió que poco a poco, El Mago Septién fue relegando por su amor al beisbol.

“Le gustaba mucho el tenis y el futbol americano. Pero no le gustó los cambios que los deportes fueron realizando. Él era seguidor del juego terreste en el futbol americano y no le gustó cuando los quarterbacks fueron ganando protagonismo con el juego aéreo”.

Sobre las pláticas del Rey de los Deportes que sostenían, Castillo apunta que El Mago era muy exigente, pues por las preguntas y anécdotas que platicaba, hacían que la preparación y estudio fueran fundamental para hablar con él.

“Platicar con El Mago era todo un examen por los conocimientos que debías tener para sostener una plática. Fue un hombre que hasta sus últimos días siempre se mantuvo al tanto del beisbol, me preguntaba por los resultados de la Liga del Pacífico y sus standings.

En esa tesitura, también se refirió Álvaro Morales, comentarista de beisbol en ESPN, quien externó que El Mago Septién deja una escuela con su estilo, que él ha tratado de seguir en algunos renglones.

“De las cosas que he tratado de aplicar de él, es la forma de contar historias. Como empezaba un relato con un gancho para llamar la atención, como iniciaba con la historia de un pelotero en particular para extenderlo a lo general y terminar hablando de la actualidad de un conjunto”.

Con el micrófono, Morales aplaude de don Pedro, su estilo que impregnó en cada jugada.

“Los tonos de dramatismo y pasión. Realizaba una crónica de otros años, mucho más descriptiva, mucho más barroca, que probablemente en estos momentos, ya es difícil de realizar”

“Modulación de sus cuerdas vocales, él tenía tonos muy particulares, pero similares de los narradorres antiguos de Estados Unidos”, opina Morales.

En el campo de los sueños, Babe Ruth, Joe DiMaggio, Lou Gehrig, entre otras estrellas del firmamento ya tienen la voz en castellano que vuelva a narrar sus hazañas. Pedro El Mago Septién murió ayer, pero su legado permanecerán intacto y servirá como ejemplo de generaciones que busquen en el micrófono la forma de llegar a los aficionados al mundo deportivo.

A Pedro Septién le sobreviven sus hijos Olga y Pedro, además de una historia rica en anécdotas y frases que dieron otro aire a la forma de narrar el beisbol.

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