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Las metas de la clavadista mexicana Dolores Hernández aumentan. Cumplida la mayoría de edad, la seleccionada busca no sólo trascender en la modalidad sincronizada, sino también en la individual.
Con menos de un año para el banderazo de salida de los Juegos Olímpicos, la veracruzana trabaja a marchas forzadas para elevar su nivel con saltos de mayor dificultad que puedan catapultarla a a la justa veraniega.
“Entreno bastante y espero que dé frutos todo el trabajo. Junto con Ma Jin he comenzado a practicar nuevos clavados, no sólo en sincronizados sino también en la modalidad individual que me den mayor puntuación en competencias internacionales”, dijo.
Pese a su edad, Dolores tiene en su palmarés tres oros en Centroamericanos y un bronce en trampolín sincronizado en los Juegos Panamericanos de Toronto este año.
Pero la seleccionada no se confía y quiere llegar en buen momento al selectivo nacional en el que se integrará la selección nacional rumbo a la Copa del Mundo, evento que otorgará las últimas plazas para los Olímpicos.
“La técnica se ha corregido mucho, principalmente las entradas, que es lo que más me falla. Espero que se note todo lo que he aprendido”.
Dolores se dijo emocionada con la posibilidad de representar a su país en unos Juegos Olímpicos.
“La verdad me siento muy motivada y con muchas metas. Espero que todo salga como lo tengo planeado. Ir a Río de Janeiro es la meta que me ha jalado los últimos años. Quizás no todo ha salido como lo he planeado, pero lo importante es hacerlo bien en los momentos claves”.
Para destacar en tierras brasileñas, añadió Dolores, debe elevar mucho su nivel si quiere estar cerca de la zona de medallas.
“En Brasil será una historia diferente, una exigencia mucho más alta. Hay que echarle mucho más ganas en comparación con competencias pasadas, ojalá pueda lograrlo”.
