Ya no tiene los 23 años de edad que presumió en la temporada de 2005, pero la velocidad ha vuelto a ser una herramienta en el juego de Agustín Murillo. El tercera base de los Sultanes de Monterrey se encuentra en los primeros sitios del renglón de bases robadas con 26.

Murillo, considerado el mejor antesalista de la Liga Mexicana de Beisbol, explica que en búsqueda de aportar más al equipo, ambiciona ser un pelotero más completo.

“Fue algo que yo me animé a hacer para compensar una cosa con la otra. Como tercera base se me ha exigido dar batazos largos; sin embargo, nunca me había caracterizado por ser un bateador jonronero y trato de compensarlo con otras cosas para marcar las diferencias en un encuentro”, sostuvo el Guti.

Pero la velocidad que imprime entre las bases no es su mayor aporte con los Sultanes. El madero del tijuanense ha sido un constante tormento para las defensivas rivales, pues batea para .355 con 82 carreras impulsadas, 22 cuadrangulares, 22 dobles y 118 hits.

“Estoy teniendo una temporada buena en lo individual que al final se ve reflejado en el equipo, en donde estamos peleando por los primeros sitios”.

Con la madurez que regala el tiempo, Agustín Murillo ha dejado atrás fatídico 2009, cuando jugando uno de sus mejores años en Ligas Menores de Estados Unidos, un positivo por dopaje por clembuterol frustró su sueño de llegar al mejor beisbol del mundo.

“Tuve que dar vuelta a la página, enfocarme en mi actualidad. Yo me propuse ser el mejor tercera base mexicano y para ello me esfuerzo”, sentenció.

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