José Antonio García, ex presidente del Atlante, decidió dejar el futbol después de 27 años de labor.

“Hay ciclos y después de 27 años es momento de dar paso a las nuevas generaciones”, dijo en entrevista con ESPN. “Siento un vacío en el estómago”, añadió vía telefónica, debido a que se encuentra en España, donde partió para meditar.

El Atlante quedará bajo la directriz de Eduardo Braun, sobrino del empresario Alejandro Burillo, propietario del club azulgrana.

Inicialmente, la institución que descendió había elegido sacar de la presidencia a García e incorporarlo como miembro del Consejo del Atlante, lo que a la postre hizo meditar al dirigente de dar un paso de costado: “Sinceramente extrañaré el futbol, sin ninguna duda”.

García se quedó conforme con haber disfrutado dos copas al mando de los Potros de Hierro, además del ascenso al máximo circuito y ver triunfar a Miguel Herrera como técnico de la Selección Nacional, además de muchos jugadores, que ahora son desde dirigentes, técnicos y hasta cronistas deportivos.

“El atlantista es especial, exigente, conocedor. Bien definido, noble, leal, bravo y no depende de una persona. La historia es diferente a la de otros equipos. Habrá quien esté feliz con mi salida, como habrá gente que me va extrañar”, expuso el ex dirigente a la cadena.

Nostálgico, compartió que a partir de que tomó la decisión de apartarse del futbol, no ha cesado de llorar, debido a que tiene permanentes memorias a cerca de todo lo que vivió como azulgrana, institución a la que jamás imaginó dejar.

Una de las situaciones que más le afectó fue precisamente el descenso de los Prietitos, hecho que jamás imaginó que se repetiría, luego de padecerlo muchos años atrás. “Es lo más amargo [que he vivido], éste descenso deja varias amarguras, varias dudas y muchas frustraciones”, lamentó con la voz entrecortada.

“Hay algunos [nuevos dirigentes que son] de una sola pieza, excelentes, mas hay otros soberbios, pues antes eran empleados cualquiera y hoy son magnates con avión privado, viven del futbol, no para el futbol”, reprocha, sin dar nombres.

Eso sí, evitó señalar culpables de la debacle azulgrana: “Somos todos, en el triunfo todos se suben, en el fracaso hay uno solo, pero todos repartimos culpas. Fuimos todos, directivos, jugadores y técnicos, en ese orden”, concluyó.

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