Mostrar tres tarjetas amarillas como lo hizo José Alfredo Peñaloza a Joffre Guerrón resulta “una falta muy grave”, que le costará “varios meses” sin pitar al árbitro del partido entre Cruz Azul y Santos, de acuerdo con el ex silbante, Eduardo Brizio.

El delantero ecuatoriano vio el sábado la primera amonestación al minuto 35, luego de protestar un gol legítimamente anulado por un evidente fuera de juego.

Cuando el partido agonizaba, Guerrón vio una segunda amarilla por intentar rematar el esférico con la mano. El futbolista cementero protestó y empujó al silbante, lo que provocó que Peñaloza le mostrara una tercera tarjeta preventiva antes de expulsarlo del duelo.

“Se juntaron varias situaciones: el jugador es indisciplinado, ya no hay respeto por las reglas de juego ni por el árbitro, quien tuvo falta de concentración”, analiza Brizio, colaborador de EL UNIVERSAL.

“Le va a costar a Peñaloza una sanción de varios meses. Es gravísimo lo que hizo. Debe prepararse para el siguiente torneo. La verdad es que no creo que vuelva a aparecer de aquí a que termine la temporada”, augura el también comentarista de Televisa Deportes.

Añade que el problema es de fondo porque los impartidores de justicia en el terreno de juego han “permitido muchas cosas”.

“Ya perdieron el autoestima, permiten que los denigren, que les falten al respeto una y otra vez. Es una lástima que el arbitraje mexicano esté en esta clase de problemas que te hablan de una crisis profunda, la cual niegan, pero es evidente que existe”, denuncia Brizio.

Disciplinaria, sometida. Según Eduardo Brizio, Joffre Guerrón tendría que irse suspendido al menos “seis partidos” por el evidente empujón que le propinó al silbante José Alfredo Peñaloza.

Sin embargo, el ex árbitro lamenta que “la Comisión Disciplinaria está al servicio de los clubes. Cruz Azul va a decir que por qué lo tienen suspendido si les cuesta mucho dinero tenerlo afuera, porque le tienen que pagar su sueldo”.

En 2010 hubo un antecedente de agresión a un juez central, cuando Rubens Sambueza, entonces de Estudiantes Tecos, le dio un cabezazo a Román Medina.

La Disciplinaria apenas le dio cinco duelos de suspensión al hoy capitán del América, cuando un golpe a un silbante cuesta un año fuera de las canchas.

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