BOSTON.— Luego de cancelar su partido de ayer en la noche ante Indiana, los Celtics de Boston regresaron a los entrenamientos, aún sacudidos por la histeria colectiva que desataron las explosiones en el maratón.

El presidente del equipo, Rich Gotham, resumió los sentimientos de la organización al declarar que “aún un día después, la noción de salir a jugar un partido en estas circunstancias no era correcto”.

El entrenador de los Celtics, Doc Rivers, dijo que la práctica de ayer fue más como una distracción para sus jugadores, especialmente para Jeff Green, quien vive cerca de la línea de meta del maratón.

“Fue triste oír lo que ocurrió”, dijo Green. “No te imaginas que algo así puede pasar. Es muy triste que algo así ocurra sólo a unos metros de donde vives”.

Green contó que luego de las explosiones, su celular empezó a sonar, pero él iba manejando del entrenamiento a su casa y no sabía lo que acababa de ocurrir hasta que llegó a su vecindario.

Celtics sabe que las cosas no volverán a la normalidad pronto, pero hay la sensación de que el equipo puede ayudar a la ciudad en la transición a la normalidad.

“Vamos a hacer lo posible para ayudar a las víctimas y ayudar a la ciudad a que regrese a lo que fue”, añadió Green.

“Es lo que la ciudad quiere”, mencionó Doc Rivers. “El comisionado lo dijo, que las cosas deben regresar a la normalidad, porque eso le dirá al que le hizo esto a la ciudad que nada detendrá al espíritu de Boston. Vamos a volver, a jugar igual y nada nos va a detener de hacer lo que sabemos”, señaló el entrenador.

Boston cierra la temporada esta noche visitando a Toronto.

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