Resguardó la portería mexicana en la, hasta ahora, única experiencia del combinado mexicano en una reclasificación mundialista.

Aquellos 180 minutos jugados frente a Paraguay, en 1961, permiten a Antonio Carbajal sentenciar que el buen futbol no es suficiente en una eliminatoria cargada de tanta presión.

Pese a ganarse en el campo su sitio en Chile 1962, el Tricolor debió medirse con los guaraníes por un boleto para la VII Copa del Mundo. Se lo adjudicó al imponerse por la mínima diferencia en el global.

“Lo que más se necesita es carácter. En mi época, todos lo teníamos”, presume La Tota, entrevistado vía telefónica desde León, Guanajuato. “En la portería, yo; [Guillermo] Sepúlveda en la defensa, Chava Reyes en el ataque... En fin. Nadie se molestaba si nos decíamos cosas, porque teníamos la capacidad de entender que era necesario, ya que debíamos ir al Mundial, ganar ese partido”.

“Nacho [Trelles] nos inculcó que no nos hicieran gol, y ganamos 1-0 en el DF; en Paraguay, empatamos a cero. Esperamos y esperamos. Teníamos la determinación de querer estar en un Mundial”.

Cualidad que no detecta en muchos integrantes de la actual Selección Mexicana, pero sí en Miguel Herrera, a quien considera idóneo para estar al frente del representativo en una serie a matar o morir.

“No me parece mal que la base haya sido el América, apuntalado con tres o cuatro jugadores del equipo León, y que El Piojo lo dirija”, comparte el ex arquero. “En este juego, lo que se necesita del director técnico, aparte de conocimiento, es el carácter, que les grite, coloque, que hasta en un momento dado vean que está enojado, para sacarle el carácter a los jugadores”.

“Veo a pocos que tengan el que se requiere... Quizá Rafa Márquez, pero me preocupa que lo vayan a provocar, porque ya vimos lo que pasó en un Mundial [Corea del Sur-Japón 2002] y varios partidos: le entran fuerte y puede reaccionar de una manera negativa. Lo lógico es que El Piojo le diga que tenga cuidado”.

Para no desperdiciar las ventajas que ofrece ser local en el primer episodio de la serie.

Al igual que contra Nueva Zelanda, el Tricolor recibió la ida de la eliminatoria frente a Paraguay. Un gol de Reyes otorgó la victoria en el estadio Olímpico Universitario (1-0)... Y la posibilidad de manejar las emociones en el hoy extinto Sajonia de Asunción.

“Sí lo es [benéfico abrir en casa], porque el que da primero, lo hace dos veces... Así de sencillo”, sentencia. “Lo digo por la experiencia que tuvimos. Se gana aquí y, al ir a allá, ellos te van a atacar, con lo que emplearíamos otra táctica: contragolpear”.

“Aquellos [neozelandeses] van a venir con esa idea [defenderse]. Por eso, hay que tocarles la pelota. [Los mexicanos] tienen la obligación de ganar, pero con inteligencia”.

Y, entonces sí, trasladarse al fin del mundo con la certeza de que están muy cerca de Brasil 2014.

“La estrategia del primer juego es muy diferente a la del segundo”, insiste El Cinco Copas. “En el primero, vamos a atacar con orden... Y allá, según el marcador”.

Como sucedió en 1961.

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