Emanuel Villa se va con su maleta del estadio Olímpico Universitario. La afición y los reporteros le preguntan si puede hablar de su futuro, si se queda en Pumas o emigra a otro equipo.

El Tito no quiere platicar su destino de momento. “En la semana, en la semana”, ruega el delantero argentino. Está de buen humor. Nunca es grosero.

Villa no es el único del que se duda su continuidad en el Pedregal. Por el momento, es una incógnita si Antonio Torres Servín será el entrenador universitario para la siguiente campaña e incluso si Alberto García Aspe se mantendrá como vicepresidente deportivo.

Esta semana puede ser clave para saber cómo se configurará la versión felina para el Torneo Clausura 2013.

El entrenador interino de Universidad hará un análisis de los dos partidos que dirigió en una temporada turbulenta que se vivió en la cueva felina.

Elementos como Luis Fuentes consideran que será la directiva [esté quien esté], la encargada de hacer un balance para saber quiénes son dignos de mantenerse con los colores auriazules.

“Yo me voy tranquilo, porque sé que hice las cosas lo mejor que pude en el torneo y ahora serán los que mandan los que tendrán la decisión”, anticipa el zaguero.

Martín Bravo quiere que Torres Servín continúe como el entrenador de los Pumas, porque la continuidad sería benéfica para una institución maltrecha que ayer quedó eliminada de la lucha por el título.

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