RÍO DE JANEIRO.— La ciudad brasileña de Río de Janeiro desplegará mañana la mayor operación de seguridad de su historia, con la movilización de 25 mil 787 policías para garantizar el orden público durante la final del Mundial de Brasil 2014 que disputarán Argentina y Alemania en el estadio Maracaná.

“Es la mayor operación de seguridad que la ciudad y el país han visto. Es una gran responsabilidad no sólo organizar la final del Mundial sino también tener tantas autoridades y visitantes extranjeros en el evento”, afirmó ayer el secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame.

El funcionario explicó en una rueda de prensa que, además de garantizar la seguridad de los al menos once jefes de Estado y 74 mil hinchas que llenarán el Maracaná, el plan busca evitar incidentes en posibles manifestaciones anunciadas por algunos grupos sociales que critican los elevados gastos públicos en la Copa Mundial.

La operación igualmente busca garantizar la seguridad de los cerca de 100 mil argentinos esperados en Río este fin de semana, la gran mayoría de los cuales llegan sin entrada para el partido.

Según Beltrame, a diferencia de otras operaciones para garantizar la seguridad en citas de jefes de Estado o de eventos como la visita del papa Francisco, la final del Mundial exige una movilización policial mayor para prevenir posibles disputas entre hinchas.

“A diferencia de la Jornada Mundial de la Juventud [con el Papa], ahora tendremos aficiones rivales y bebidas alcohólicas”, afirmó.

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