SOCHI, Rusia — Shaun White vino a Sochi con la intención de ganar un par de medallas de oro. Se va con las manos vacías.

Carismática figura de los deportes extremos, el estadounidense fracasó estrepitosamente en su intento por conquistar una tercera medalla olímpica de oro consecutiva en la modalidad halfpipe del snowboard de los Juegos de Invierno, apartado del podio por un audaz suizo y un par de japoneses.

Iouri Podladtchikov, alias I-Pod por sus iniciales, acabó con el reinado olímpico de White tras ejecutar la pirueta qué el mismo inventó —un salto en remolino de 1440 grados de rotación.

White intentó ese salto dos veces, pero cayó mal en uno y no pudo hacerlo limpiamente en el segundo.

“Creo que no seré recordado por lo que pasó esta noche. Esto no destruye mi carrera”, dijo White. “He hecho snowboarding durante mucho tiempo, es algo que amo mucho y estoy feliz de llevarme esto”.

Podladtchikov conquistó el oro con una puntuación de 94.75 en su segunda intervención de la final ante un White con la soga en el cuello, luego de quedar último tras la primera ronda.

White no pudo dar el golpe y terminó cuarto, con este resultado que no pudo convertirse en el séptimo atleta de la historia de los Juegos en ganar la misma prueba en tres ediciones seguidas.

Los japoneses Ayumu Hirano y Taku Hiraoka se repartieron la plata y bronce.

“Sentí que no hubo mucha pelea”, dijo Podladtchikov. “Sentía que todo tenía una razón de ser”.

También ayer, Noruega completó un doblete en los sprints del esquí de fondo.

Maiken Caspersen Falla se consagró en la carrera de mujeres, mientras que Ola Vigen Hattestad se coronó en la masculina. Ingvild Flugstad Oestberg escoltó a Falla para la plata, con lo que la cosecha de medallas del país escandinavo en el esquí llegó a 102 desde que se disputan los Olímpicos invernales.

Dara Howell le dio a Canadá el oro en el slopestyle del esquí estilo libre, una prueba nueva en el programa.

Corea del Sur rompió la hegemonía de Holanda en el patinaje de velocidad cuando la surcoreana Lee Sang-hwa se impuso en los 500 metros, batiendo un par de récords olímpicos de por medio.

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