Admiten estar en las mismas condiciones que los otros 22 convocados por Víctor Manuel Vucetich, más allá de que en sus hojas curriculares resalte esa dorada frase que les identifica como representantes del futbol mexicano en el viejo continente.

Javier Hernández (Manchester United), Guillermo Ochoa (Ajaccio), así como Giovani dos Santos y Javier Aquino (ambos del Villarreal), fueron los únicos legionarios europeos llamados por El Rey Midas para los choques eliminatorios contra Panamá (viernes) y en Costa Rica (martes). Los cuatro están conscientes de que la titularidad no está garantizada, sobre todo, cuando lo más importante es ganar como sea.

“Creo que nadie la exigió”, ataja Aquino. “Todos venimos, porque fuimos considerados por el entrenador. En lo personal, venir a la Selección, siempre ha sido importante, es un orgullo portar su camiseta, y en estos partidos me da mucho gusto estar aquí”.

“No tenemos el puesto comprado, ni nos tratan de una forma diferente, ni somos mejores o perores… Todos somos iguales”.

Postura que coincide con el sentir de la gente. La encuesta publicada anteayer por EL UNIVERSAL reveló que más de la mitad de los aficionados (57%) considera que pertenecer a algún club europeo no es motivo suficiente para ser etiquetado como titular indiscutible en la Selección Mexicana.

El ex atacante del Cruz Azul comparte que la lucha por un puesto en la primera alineación de la era Vucetich es intensa, en especial porque el entrenador les ha dejado en claro que vivir del otro lado del oceáno Atlántico no basta para ser uno de los 11 elegidos.

“Todos somos mexicanos. Nosotros jugamos allá, pero tenemos la misma responsabilidad que los que están acá”, sentencia. “Si estamos en la Selección es porque consideran que tenemos capacidades para afrontar estos partidos, retos, y [debemos] tratar de unirnos todos, tanto jugadores, cuerpo técnico… Somos uno mismo. Los que estén dentro [de la cancha], en la banca, tribuna, lo único en lo que pensamos es ganar”.

No hay espacio para las jerarquías, no cuando el Tricolor camina al borde del abismo. Se está en riesgo de no clasificar a una Copa del Mundo por primera vez en 24 años, además de que nunca se ha quedado fuera bajo el actual formato a visita recíproca.

Es por eso que las procedencias son ignoradas. Lo único que interesa es enderezar el rumbo de un barco que ha comenzado a hundirse. El oaxaqueño aconseja que el representativo nacional debe mostrar “concentración y el enfoque hacia el objetivo que tenemos”.

“Obviamente, hay que estar atentos para no recibir goles, mantener la calma para buscarlos nosotros, no precipitarnos… Más que nada, cada quien sacar el futbol que viene mostrando en su equipo y ponerlo al servicio de la Selección”, complementa. “Sabemos que nosotros tenemos a un gran equipo, calidad, pero eso se demuestra dentro del terreno de juego. No podemos ganar aquí afuera. Tenemos que llegar al viernes y jugar con la intensidad que requiere ese tipo de juegos”.

Olvidarse que su simple condición de “europeos” les dará la titularidad y abrirá las puertas de la victoria. Durante el actual hexagonal final les ha quedado claro que los blasones no son suficientes para ganar, tampoco el pasado, por más glorioso que sea.

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