FORTALEZA.— Apenas siente la rodilla del colombiano Juan Zúñiga, empiezan a brotar las lágrimas. Parece una de esas clásicas escenas en las que Neymar exagera una falta recibida. Pero, pasan los segundos, y no deja de quejarse. La lesión es cosa seria.

Fractura en la tercera vértebra lumbar y despedida indeseada del Mundial celebrado en su propio país. La presente Copa del Mundo así ve perder a una de sus más preciadas estrellas.

“El examen de la tomografía computada mostró una fractura en la tercera vértebra lumbar, no es una fractura grave que necesite cirugía, pero limita los movimientos; necesita de una cinta. El plazo es muy corto para que pueda volver”, dice Ricardo Lasmar, médico de la selección brasileña.

Minuto 86. Partido casi decidido a favor de los brasileños 2-1 sobre Colombia. Neymar busca un balón aéreo y Zúñiga entra por detrás del jugador del Barcelona, con la rodilla directa a la zona lumbar.

“Es una jugada en la que se está defendiendo una camiseta, no se piensa en una fractura”, se exculpa el lateral cafetero.

Neymar es retirado en camilla y llevado directamente a la zona de atención médica dentro del estadio Castelão de Fortaleza.

“Antes de entrar en esa jugada no voy pensando en hacerle mal. Voy a defender mi camiseta, mi país. Esperemos que, con la ayuda de Dios, se recupere”, prosigue el jugador del Nápoli italiano.

Pero Neymar ya está en la clínica de Sao Carlos, en la zona norte de Fortaleza, donde testigos afirman que arribó llorando y ya con una intravenosa. Se tiene previsto que la recuperación tarde de cuatro a seis semanas, lo que equivale a estar fuera del Mundial.

“No tiene condiciones de jugar la semana próxima. Son pocas semanas de recuperación”, dice el médico Lasmar. “El tiempo lo veremos después. En un primer momento hay que hacer el diagnóstico y vamos a ver qué sucede”.

“No tiene cómo volver a jugar en el Mundial”, subraya el doctor, que informa que sí regresará con el plantel a Granja Comary, en la región serrana de Río de Janeiro, donde Brasil mantiene su cuartel general durante la justa.

“Él volverá con nosotros. Vuelve bien, sólo con una cinta”, insiste.

El galeno relata que el jugador estaba “muy triste, molesto y abatido” por el percance que lo sacó del esperado certamen.

“Era una expectativa tan grande, [con el equipo] pasando a la semifinal y él, infelizmente, no podrá ir”, lamenta Lasmar.

La noticia sorprende a los jugadores cuando se disponían a abandonar el Castelão. Hay conmoción en la mayoría del plantel.

“Haremos un pacto para apoyarlo, para estar a su lado, y también para demostrar la fuerza del equipo sobre la cancha”, dijo entre lágrimas el defensa David Luiz, quien anotó el segundo gol en la victoria sobre Colombia.

El regreso al hotel de concentración se hace en silencio.

“Ahora que sabemos que Neymar está fuera, es una enorme tristeza. Las personas sabían cuánto deseaba Neymar brillar en esta Copa, cuánto se siente feliz llevando alegría para el pueblo brasileño. Es algo que nos agarra de sorpresa, la tristeza es enorme y hasta difícil de opinar”, alcanza a comentar el portero Julio César.

Brasil 2014 pierde a una de sus figuras, en tanto que toda una nación pierde a su referente en quien se tenían depositadas las esperanzas de alcanzar el hexacampeonato ahora que están en semifinales.

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