Oakland.— Algunos dicen que es demasiado pequeño. Otros lo ven muy frágil. Ahora, Stephen Curry tiene otra etiqueta, la de Jugador Más Valioso.

El armador de los Warriors de Golden State fue proclamado ayer con ese galardón por la NBA, superando a James Harden, de Houston, en la que fue una votación no tan cerrada como muchos anticipaban.

Curry recibió 100 de 130 votos a primer lugar para un total de mil 198 puntos en una votación realizada entre periodistas estadounidenses, junto con aficionados en el sitio de la NBA.

Harden, quien promedió 27.4 puntos por partidos y dijo en abril que había hecho “lo suficiente” para ser nombrado, recibió 25 sufragios a primer lugar y acabó con 936 puntos.

“Es duro, pero estamos en la segunda ronda de Playoffs y tengo otras cosas de que preocuparme como son los Clippers”, dijo Harden. “No salió como quería, pero aún queda la temporada para disfrutar”.

LeBron James, de Cleveland, recibió cinco votos a primer puesto y terminó en un distante tercer lugar, con 552 puntos. Russell Westbrook, de Oklahoma City fue cuarto (352) y Anthony Davis, de Nueva Orleans (203), quinto.

“¿Decepcionado’, no, no estoy decepcionado”, dijo James, quien ha ganado cuatro veces el premio. Se lo merece Curry por todo el éxito que ha tenido con su equipo”.

De la mano de Curry, los Warriors fijaron un récord de la franquicia al ganar 67 partidos.

Curry es el primer MVP de la franquicia desde Wilt Chamberlain, en 1960, cuando los Warriors jugaban en Filadelfia.

También superó este año su récord personal de triples y aumentó su reputación como uno de los jugadores más entretenidos de ver.

Curry creció a la sombra de su padre, el conocido ex jugador de la NBA, Dell Curry. La mayoría de las universidades importantes no le ofrecieron becas al terminar la secundaria en Charlotte, Carolina del Norte, por considerarlo demasiado pequeño. Y algunos buscadores de talento profesionales se preguntaron si su estilo de juego podría integrarse en la NBA, donde los armadores son más grandes.

En cambio, Curry pasó de ser un armador que brillaba en la NCAA para convertirse en un refinado profesional que puede encestar, regatear y distribuir el balón con los mejores rivales.

En un juego dominado por hombres grandes y que cuenta con algunos de los atletas más grandes del mundo, Curry, de 1.90 metros de alto y 86 kilos, controla el juego sin superar físicamente a los defensas.

También es cierto que hubo momentos en los que parecía que Curry no alcanzaría todo su potencial. Fue operado dos veces del tobillo derecho en sus primeras tres temporadas.

Pero Golden State apostó a que eran sólo baches menores y le dio una extensión de cuatro años y 44 millones de dólares antes de la temporada del 2012-13. En ese momento, el acuerdo parecía arriesgado, pero Curry ahora lo hace ver como una ganga.

Esta temporada promedió 23.8 puntos, 7.7 asistencias, 4.3 rebotes y dos robos por temporada. Tiró 48.7 de campo y 44.3 de tres.

Curry, además, ya es dueño de tres de las cinco campañas más prolíficas para un armador en la historia.

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