La NBA en México se juega a gran altura. Como en ninguna otra ciudad en la que se ha disputado un encuentro de la mejor liga del mundo, la altura sobre el nivel que tiene la capital mexicana (2,240 metros) será un factor a considerar para los entrenadores de ambos conjuntos.

“Fue difícil correr los sprints en esta elevación. Te quedas sin aire muy fácil, pero bueno, ya pudimos hacer una buena práctica, hicimos un cinco contra cinco y esperemos tener un poco de más aire mañana”, declaró Kevin Love, de los Timberwolves de Minnesota.

“Habitualmente cuando llegamos a Denver resentimos la altura, que es de 1,600 metros. Si acá vamos a jugar a mucho máyor altura sin duda que sufriremos”, comentó Manu Ginóbili, de los Spurs de San Antonio.

Del lado de Minnesota, que llegó el lunes por la tarde a la ciudad de México, José Juan Barea explicó que la hidratación será fundamental para contrarrestar las dificultades que conlleva jugar a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar.

“No sabíamos que era tanto lo que nos afectaría la altitud, pero ya pudimos practicar y correr un poco. El trainer nos pidió tomar mucha agua, quiere asegurarse que estemos bien”, apuntó el puertorriqueño.

Desde la banca el coach de los Timberwolves, Rick Adelman, sostuvo que su estrategia tendrá algunos cambios para combatir los efectos de la altitud.

“Es muy diferente jugar a esta altitud, la verdad vamos a tener que estar atentos para sacar a jugadores antes de lo normal, ya lo practicamos”, dijo Adelman.

Ningún país ajeno a Estados Unidos que ha recibido la NBA tiene la altura de México.

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