GUADALAJARA.— Parece una película ya vista. Pero no es así: por más que se parezca, es una nueva versión del mismo y triste Guadalajara. Cruz Azul es inteligente. Aguarda la oportunidad. Y la aprovecha en cuanto la ve. Con eso, “caza” a un pobre Rebaño Sagrado. El duelo de invictos es para el visitante, que se mantiene en la cima gracias al 0-2, mientras Chivas pierde poco a poco la confianza que había ganado en sus primeras presentaciones.

Las entradas agotadas en el Omnilife presagiaban un gran encuentro, pero en la primera mitad ambos equipos se neutralizaron, lo que derivó en un aburrido empate.

Para el arranque de la parte complementaria, José Luis Real saca del campo, por quinto partido consecutivo, a Rafael Márquez Lugo. El mejor goleador rojiblanco de los últimos tres torneos ha cambiado de posición por orden del Güero. Tirado atrás, lejos del área, rinde poco. Deja su lugar a Antonio Gallardo.

Chivas cambia, además, el parado táctico. Tarda en acomodarse y Cruz Azul, que aguarda el momento perfecto para pisar el acelerador, aprovecha. Así son los conjuntos estables. Guadalajara es apenas un plantel que busca convertirse en equipo. A la luz de los resultados, le queda mucho camino por recorrer para llegar a esa meta.

Apenas se han jugado cuatro minutos del complemento. Xavier Báez, ex rojiblanco y recién ingresado por Cruz Azul, gana el esférico por derecha y manda un centro pasado. Antonio Rodríguez no sale por él, Jaír Pereira se pierde en la marca y Mauro Formica no perdona. Cabezazo y el arquero ni si quiera se lanza. Gol visitante.

La afición cementera, que se hace presente en buen número, da rienda suelta a la algarabía. El “¡Azul, Azul!” retumba en la casa del Rebaño Sagrado. Los fantasmas rondan el inmueble: Chivas se parece mucho al equipo sin alma que durante los dos torneos anteriores ha fracasado estrepitosamente.

El Guadalajara no sólo padece por el error colectivo de intentar una y otra vez lo mismo. Sufre también por fallas individuales. Una de ellas sentencia el encuentro.

Pelota parada por el costado izquierdo. Minuto 52. Rogelio Chávez se para junto al esférico, a unos 30 metros del arco. Mete un centro que viaja en busca de un remate. No lo encuentra. Nadie alcanza a tocar la redonda, que bota dentro del área y se cuela pegado al poste que cubría Antonio Rodríguez. Oso del arquero. El 0-2 para Cruz Azul, que aniquila al cuadro local.

Chivas, con la pesada obligación de ir al frente, intenta despertar. Pero el letargo parece interminable. Aldo de Nigris se fabrica una aproximación por sí mismo, ya que no existen en el equipo mediocampistas capaces de surtirle balones peligrosos. Se quita a un rival, patea de zurda y Jesús Corona vuela para desviar. La única intervención importante del arquero.

El equipo de José Luis Real quedó liquidado. Los fantasmas de torneos pasados asustan nuevamente. En cambio, los dirigidos por Luis Fernando Tena gozan las mieles del triunfo, con una semana más en la cima de la clasificación y como únicos invictos del Clausura 2014, tras haber superado sin mayores problemas a unas deficientes Chivas.

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