A las puertas del comité nacional y los comités estatales del Partido Movimiento de Regeneración Nacional parece haberse colocado un anuncio al más puro estilo de tarotistas, espiritistas, brujos, chamanes y charlatanes de la vía pública: “Se desintoxica, purifica, enmienda, expía, corrige, limpia, sana, depura y libra de pecado por la mano y obra de nuestro Mesías, Andrés Manuel López Obrador”.

Y es que en últimas fechas ha vuelto a ser noticia el desfile de actores locales y nacionales que se suman a las filas de la “Esperanza” de México, y que son recibidos sin importar su currículum o pasado, el único requisito es someterse a la voluntad y demencia de López Obrador.

A más de alguno le resulta raro ver cómo se acoge a personajes como Lino Korrodi, antiguo recaudador de Vicente Fox, o al expriísta Manuel Barlett, les hace ruido conocer las alianzas entre la exlideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, y Morena; les extrañan los acuerdos de ese partido con el gobierno de Javier Duarte, y les sorprende que Andrés Manuel le haya levantado la mano a Eva Cadena.

No debe haber sorpresa, si todo lo que se acerca al señor Andrés Manuel es purificado, librado de sus errores del pasado; como el mismo lo ha dicho: todos tienen derecho a una segunda oportunidad.

Y es que en Morena están aplicando el método que se usa para tratar el agua, reciben en su planta el drenaje y los desechos botados, y devuelven cosas no aptas para consumo humano, aparentemente limpias.

A todos los que les parece raro, no deberían estar tan extrañados, si Dios los hace, ellos se juntan; la marca de la casa ha sido la de recoger el cascajo político en las entidades. Y como van las cosas, muy probablemente seguiremos viendo “inocentes” que buscan arroparse a la sombra del salvador de Macuspana.

No deberá resultar extraño que próximamente veamos que se le da una segunda oportunidad a René Bejarano, el señor de las ligas, famoso por los videoescándalos donde se le observa manejando fuertes cantidades de efectivo, durante la administración de AMLO como jefe de gobierno del Distrito Federal; o que se incluya en el proyecto político al líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, procesado por el desvío de decenas de millones de dólares del sindicato que encabeza, y quien se escapara de la acción de la justicia al refugiarse en Canadá, Gómez Urrutia ya ha declarado ser simpatizante de Andrés Manuel.

Y no podrían faltar en la lista de futuros purificados dos oaxaqueños: Rubén Núñez, el líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, responsable de secuestrar las calles y abandonar la educación de nuestros niños; y Gabino Cué, ex gobernador de Oaxaca, acusado de desfalco, a quien ya se le ha iniciado un juicio político.

Esa es la clase de calaña con la que se junta López Obrador, la verdadera mafia del poder es la que por la mano de Andrés Manuel es purificada, esa que con discursos de odio pretende gobernar a un país por mero capricho de un mesías. Quien cada vez busca ser un semi-dios que todo lo puede, todo lo perdona y al que nada le afecta; no se mancha de la corrupción de sus allegados, no se salpica de las acciones de sus colaboradores, no se enturbia con sus acuerdos. O eso cree él.

Presidente nacional del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político, A. C.

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