En junio de 2019 se aprobó la reforma constitucional para incorporar como principio la paridad en todo. Esta reforma fue votada de manera unánime por todos y todas las integrantes del Senado de la República, la Cámara de Diputados y las Legislaturas locales. Sentidos discursos, llenos de enhorabuenas por este acto de justicia para las mujeres de México. Uno de esos discursos vino del senador panista por Querétaro y presidente de la bancada de ese partido, Mauricio Kuri. El senador escribió en mayo de 2019 que “asegurar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, no sólo era lo correcto, sino lo urgente. Con su aprobación no solo ganan las mujeres, gana todo México. Cuando las mujeres forman parte importante en una sociedad democrática, el desarrollo, la justicia e incluso la paz son temas que avanzan con mayor rapidez y seguridad. Así de importante resulta la aprobación de la paridad de género”.

El festejo de la paridad en todo duró poco y la congruencia de los hombres que la celebraron y hoy aspiran al poder todavía menos. Pareciera que la paridad en todo debe ser la norma que nos rija a todos y todas excepto cuando así no conviene a los intereses de quien la promueve.

Hace unos días el Partido Acción Nacional junto con senadores de su bancada, incluido el senador Mauricio Kuri, presentaron recursos para impugnar el Acuerdo del Consejo General del INE que determinó la postulación paritaria en las candidaturas a las quince gubernaturas que se disputarán en nuestro país en 2021, determinando que los partidos políticos deberán nombrar a 7 mujeres y 8 hombres. Entre los agravios que argumentan el senador Kuri y sus compañeros están la vulneración al principio de certeza jurídica, la invasión de esferas por parte del INE de los Congresos estatales y la violación de la autonomía de los partidos políticos.

Me parece preocupante que las manifestaciones del senador sigan poniendo en evidencia su falta de conocimientos en materia de derechos humanos y los compromisos internacionales adquiridos por el estado mexicano. Sin embargo no me sorprende. Las expresiones de Mauricio Kuri, desde que llegó al poder en Corregidora, donde no integró a una sola mujer a su gabinete, hasta cosificar a la actriz Maribel Guardia como “lo mejor” que le ha pasado como senador, hablan más por él y sus convicciones que todos sus discursos.

Será la Sala Superior del TEPJF la que deba conocer y resolver esta disputa, que plantea principalmente el PAN, en contra del derecho de las mujeres a participar, de manera paritaria, como candidatas a dirigir los destinos de las entidades federativas.

El INE ha hecho una interpretación correcta del principio de paridad en cargos unipersonales, aplicando la protección más amplia a los derechos políticos-electorales de las mujeres. Obligación que también tiene el Senador Kuri, aun cuando parece no entenderlo.

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