Por el cierre temporal de producción que tendrán las empresas cementeras desde el 4 de abril, debido a que son catalogadas como actividades no esenciales durante la contingencia a nivel nacional por el Covid-19, las obras que están activas actualmente podrían parar en una o dos semanas, así lo indicó el presidente en Querétaro de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Álvaro Ugalde Ríos.

Está situación, dijo, traerá consecuencias económicas a muchas familias que viven de la construcción, que reciben sus pagos semanales y que no tienen la posibilidad del ahorro. “

El sector de la construcción era uno de los que quedaba para llevar dinero a las casas, a través del empleo. Son gente muy trabajadora que ahora estarán en una situación complicada, porque no tendrán los recursos suficientes para que pueda subsistir su familia”, expresó.

Ugalde Ríos destacó que la CMIC a nivel nacional hizo un llamado a las autoridades federales para reconsiderar el que la producción y distribución el cemento no sea una actividad esencial; sin embargo, no se tuvo ninguna respuesta.

“No se necesita ser especialista, se entiende que este insumo es de los esenciales y no se tomó en cuenta. Esto ya se volvió un problema muy grave y dependiendo del avance de cada obra, esta tendrá que parar, en una o dos semanas”, enfatizó.

Agregó que esto también ha generado especulaciones sobre el precio del cemento que queda para venta y los costos y se están elevando considerablemente.

“Si bien es cierto que hay que cuidar totalmente la salud ,y en eso coincidimos todos, también es cierto que existen otros diversos efectos colaterales que deben estudiarse bien por parte de los especialistas que están tomando este tipo de decisiones.

“Y reiteramos que el empleo de la construcción es de los que más rápido permea en la sociedad”, explicó el líder de la construcción.

El empresario enfatizó que la producción del cemento es un proceso complicado y si la autoridad federal cambiará de opinión, sería difícil para las cementeras volver a poner en marcha los hornos y coordinar la redistribución.

El presidente de esta cámara en la entidad recordó que la construcción ya presentaba ciertas afectaciones por la falta de volumen de obra. “Pensábamos que íbamos a crecer 1.5% este año y la contingencia por el Covid-19 nos vino a complicar, ya que somos uno de los sectores más vulnerables”.

Efecto en arquitectos

Por su parte, la presidente del Colegio de Arquitectos del estado de Querétaro, Isabel Fonseca Zamorano aseguró que este sector profesional vive una difícil situación económica y laboral ante la contingencia.

“Estamos preocupados por la situación que está contingencia gener para los arquitectos y las familias que dependen de esta actividad profesional, sin embargo nos solidarizamos con las medidas sanitarias y de prevención contra la pandemia del Covid-19”.

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