Cuando seas viejo quieres tener una casa en la playa, vacacionar gran parte del año y estar con tu familia y tus nietos. De inicio es un plan ideal, pero ¿tienes con qué pagarlo?

No es sólo cuestión de imaginarte de aquí a 30 años, sino también trabajar para que suceda. Trabajar no sólo en el sentido estricto, también debes comenzar a programar.

En México planear no es un común denominador. De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Afores, 72% de los entrevistados reconoce que no ha hecho planes para su retiro, 51% tiene sentimientos negativos sobre la vejez y 86% se arrepiente de no haber ahorrado suficiente.

¿Por qué es tan importante hacerlo? Porque después de jubilarte aún te quedarán más de 10 años o más de vida, considerando que la edad de jubilación es a partir de 60 o 65 años y el promedio de vida en México es de más de 75. Seguramente, querrás pasar esos años de una manera tranquila, junto a los que amas, disfrutando de tu vejez y no bajo apuros económicos.

Aquí te dejamos los pasos que deberás seguir para tomar el control de tu retiro.

Paso 1. ¿Bajo qué esquema cotizas? Antes de 1997 o después.

Lo primero que tienes que saber es que existen dos esquemas bajo los que te puedes retirar. Tú no lo decides, en realidad esto depende de la fecha en la que hayas empezado a trabajar. Si lo hiciste antes de 1997, es decir, antes de la creación de las Afores, te corresponderá una pensión proporcionada por el gobierno, la cual depende de tres variables: las semanas que hayas cotizado, la edad en la que te retires y el promedio del salario de los últimos cinco años en los que trabajes.

Si lo hiciste después de esta fecha, el dinero que te corresponde es sólo el que tengas en tu Afore, por lo que debes empezar a ahorrar desde el día de hoy.

Antes de 1997

Deberás poner atención a los últimos cinco años en los que trabajaste, ya que son los que se tomarán en cuenta para otorgarte una pensión. En este sentido, es posible mejorar las condiciones a través de aportaciones al IMSS para llegar al tope de lo permitido, que es 25 salarios mínimos, explica Antonio Bravo, gerente del área de Afore de Grupo Pensar, una consultoría dedicada a dar asesoría en temas de retiro.

“Sobre esto, a tus 55 años puedes ir armando un plan para poder tener a los 60 una excelente pensión con salarios topes”, explica.

La ley permite jubilarse a partir de las 500 semanas y los 60 años. Mientras más semanas cotizadas y más años se tengan cotizados, tendrás derecho a una mejor pensión.

Después de 1997

Aquí las cosas se ponen más difíciles porque el dinero que te corresponderá al final de tu vida laboral es únicamente el que tengas ahorrado en tu Afore. Si consideras que por ley de tu salario aportas obligatoriamente sólo 6.5%, éste es incentivo para poner manos a la obra. Para que recibas este dinero, tienes que reunir 65 años y cumplir con mil 250 semanas cotizadas, pero esto no te garantiza una buena pensión, sino que apenas te da derecho a una pensión mínima garantizada de 2 mil pesos, explica el especialista.

Paso 2. Localiza en dónde está tu dinero

Si ya sabes bajo qué esquema cotizas, pon orden. Si lo haces bajo el segundo esquema, ya hiciste cuentas y el dinero que aportas mes con mes seguramente no será suficiente para reservarte el retiro que deseas. Independientemente de si cotizas en el IMSS, ISSSTE o trabajas independiente, puedes tener una cuenta individual en una Afore.

Primero localiza la Afore en la que tienes tu dinero guardado, ya sea vía telefónica al 01 800 50 00 747 o a través de internet en https://www.e-sar.com.mx. Ahí podrás registrar tu cuenta individual en la Afore que elijas, consultar la que te encuentras registrado o realizar los trámites relacionados con el ahorro solidario, que es un ahorro adicional que otorga el gobierno para sus trabajadores.

“A la gente que se retira por la ley de 1997, les conviene hacer aportaciones directas a la Afore como ahorro”, señala Bravo. En este sentido, deberás destinar un promedio de 10% de tu salario adicional al 6.5% que por ley se destina si quieres juntar una buena cantidad para retirarte, asegura el especialista.

Paso 3. Escoge la mejor Afore

Las Afores se crearon en 1997 para administrar las cuentas de ahorro para el retiro. De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, existen 12, las cuales ofrecen distintos rendimientos de manera anual.

Para escoger la mejor, el portal www.tudecide.com, dedicado a ofrecer información de comparación para los consumidores, recomienda que debes seleccionar entre las primeras cuatro administradoras que brinden el mayor rendimiento neto, consultar los rendimientos de los últimos tres años, investigar la experiencia y prestigio de cada una así como los servicios de asesoría que brindan. En ese mismo portal puedes consultar los rendimientos.

Tu Afore administra tus recursos y las Siefores (Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos para el Retiro) invierten ese dinero en distintos instrumentos, ya sea de mayor o menor rendimiento según tu edad, por lo que cuando las compares, encontrarás que están divididas por edades.

Paso 4. Aporta voluntariamente

Una buena noticia es que puedes aportar voluntariamente a tu Afore sin montos mínimos ni máximos y que, con ciertas especificaciones, pueden hacerlas deducibles de impuestos.

No es una constante en México, ya que de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, a pesar de los beneficios que representa el ahorro voluntario, de los más de 2 billones de pesos que es manejado por estas instituciones, sólo 0.87% pertenece a este rubro.

Toma en cuenta que el dinero que ingreses aquí estará generando intereses y se puede realizar a través de la empresa en la que trabajas con descuentos en tu nómina o mediante depósitos directos en la sucursal de tu Afore. Algunas te lo permiten hacerlo vía internet.

Una vez que realices tus aportaciones voluntarias, solicita tu constancia con tu Afore para deducirla de impuestos.

Tres veces al año deberá llegarte a tu casa o trabajo, un estado de cuenta en el que podrás contabilizar tanto las aportaciones voluntarias como sus rendimientos.

Paso 5. Planes personales de retiro

Existe también la posibilidad de ahorrar en este tipo de planes y puedes considerarlo de manera paralela al esquema que ya tienes en tu Afore.

Existen algunas instituciones financieras los ofrecen y tienen varios beneficios.

En ellos, se elabora un plan de ahorro a la medida en el que se realizan aportaciones periódicas y éstas también pueden ser deducibles de la declaración anual de impuestos, con un límite de 10% de tu ingreso anual. También los intereses que se generen estarán libres de impuestos siempre y cuando permanezcan en la cuenta como ahorro.

Además, algunas ofrecen beneficios como seguros de vida. Ahí también te ofrecerán asesoría y te llevarán de la mano para que logres todos tus objetivos.

Debes fijarte que sea una institución autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), como operadoras de sociedades de inversión, casas de bolsa o compañías de seguros.

Esta opción en México no es muy común. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora Mercer, sólo cerca de un millón 200 mil personas cuentan con este tipo de planes, mientras que en México hay poco más de 52 millones de Población Económicamente Activa.

¿Qué pasa si eres freelance?

También puedes tener una cuenta individual en cualquier Afore. Ninguna establece topes mínimos ni máximos y la puedes utilizar como una cuenta de ahorro. Puedes cambiarte libremente a la que tenga mayor rendimiento.

También existen planes personales de retiro que algunos bancos ofrecen y en los que puedes ir aportando mensualmente una cantidad y que además, te ofrecen beneficios como seguros.

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