En su más reciente comparecencia ante el Parlamento Europeo, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), advirtió que la economía de la zona del euro se encuentra en punto muerto, la recuperación está perdiendo impulso. Los datos del segundo trimestre del año muestran una tendencia a la baja en el crecimiento del PIB, con varias economías con nulo crecimiento o en condición de crecimiento negativo. El responsable de la conducción del banco central europeo sostiene que es imprescindible poner en marcha reformas estructurales para enfrentar esta situación. Es una recomendación que se ha presentado con insistencia en años recientes, aún cuando las economías no recuperan el crecimiento y menos reducen el desempleo.

Draghi realizó está comparecencia hace unos días en el marco de la llamada primera megasubasta de liquidez para que la banca europea contará con recursos a bajo costo para enfrentar el refinanciamiento de una parte de sus deudas y realizar operaciones activas de compra de títulos financieros que le reporten beneficios. Es una medida más de un banco central para apoyar a las instituciones financieras en un contexto en que no se recupera el crédito a las empresas y a las familias. Es parte del proceso por el que las empresas de las finanzas y los mercados bursátiles han logrado ganancias. Esta modalidad de inyección de liquidez, se presenta después de un largo ejercicio del programa de compra de activos financieros, por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos conocido por sus siglas en inglés como QE, que ha tenido tres fases. La FED mantiene su postura de dar por finalizado el programa de compras de activos en su próxima reunión. Por el momento estableció que en octubre adquiriría 5 mil millones de dólares en cédulas hipotecarias y 10 mil millones de dólares (mdd) en valores del Tesoro estadounidense a más largo plazo.

El programa del BCE conocido como TLTRO, por sus siglas en ingles, implicó que los bancos europeos obtuvieron créditos por un total de 82 mil 600 millones de euros. En diciembre se realizará otra megasubasta y el año próximo es posible que se efectúen otras subastas. El plazo para liquidar los préstamos es septiembre de 2018. El antecedente del TLTRO es el LTRO, puesto en práctica por primera vez en diciembre de 2011 y posteriormente en febrero de 2012. La primera operación fue por un monto de 489 mil 179.7 millones de euros y la segunda por 529 mil 530.8 millones de euros. Los préstamos fueron concedidos a una tasa de 1%, en un momento en que, por ejemplo, los títulos de deuda del gobierno español estaban pagando 5%. Los bancos que obtenían créditos por medio del LTRO, podían depositar como garantía en el banco central los títulos de la deuda pública española, es decir realizar lo que se conoce como carry-trade. La duración de los créditos contratados por el mecanismo del LTRO es de tres años, por lo que el programa del BCE dotará a los bancos que lo necesiten de la liquidez para realizar el pago de los préstamos contratos en diciembre de 2011 al propio banco central. Por cierto se objeta al TLTRO que el carry-trade entre el financiamiento barato del BCE y la compra de bonos soberanos sólo podrá ser utilizado libremente hasta el 2016.

En EU, el QE3 inició en septiembre de 2012, con una compra de 40 mil mdd de deuda hipotecaria y otros títulos cada mes. El programa QE, que en su primera fase inicio en noviembre de 2008, no ha implicado recuperación relevante del crédito a empresas y familias, pero si ganancias importantes para bancos y firmas de las finanzas. En la zona del euro, el LTRO tampoco implicó recuperación del crédito y menos aún propició el crecimiento sostenido de la economía. Actualmente, con el TLTRO no se presentan argumentos que permitan considerar que tendrá resultados diferentes. Los bancos centrales de las mayores economías desarrolladas han estado otorgando recursos financieros a los bancos y otras firmas de las finanzas a muy bajas tasas de interés o adquiriendo directamente deudas, haciendo parte de la recuperación en las ganancias de estas empresas. Pero ello no ha implicado recuperación del crecimiento y mucho menos creación importante de trabajo formal y reducción relevante del desempleo.

* Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa

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