No hay duda de que las ciudades son el motor del crecimiento económico. La infraestructura urbana es uno de los mayores desafíos del siglo XXI. En respuesta a la creciente presión que se ejerce sobre ésta, se estima que se necesitará una inversión de 40 mil mdd para 2050, con el fin de sustentar el crecimiento global y garantizar que las ciudades del mundo sean habitables, sustentables y renovables.

Medir los beneficios económicos que la infraestructura brinda a una ciudad es sumamente difícil. En parte, esto se debe a la influencia de una amplia gama de fuerzas externas que alteran el valor de la infraestructura desde una perspectiva económica. Sin embargo, es porque se tiende a dar a ésta un enfoque de simples ecuaciones que responden a un reto específico que las inversiones se racionalizan usando metodologías específicas del sector (como valor del tiempo que ahorran los usuarios de una carretera contra el costo neto para los contribuyentes).

En efecto, si se considera a la inversión en infraestructura por proyecto, se haría más para impedir, en vez de apoyar el crecimiento económico. Si combinamos los beneficios económicos que conlleva entregar productos para mercados de exportación con la mayor capacidad del puerto y el potencial de creación de empleos, se vuelve evidente que la carretera aporta un valor excepcional.

En lugar del enfoque tradicional para la evaluación de proyectos que, históricamente tuvo como resultado la falta crónica de inversión y el estancamiento de proyectos, lo que se requiere es un nuevo modelo que se enfoque en alcanzar crecimiento y mayores beneficios económicos como más ingresos fiscales, empleos y PIB más alto.

Para las economías en desarrollo y emergentes, como las de América del Sur, el potencial que tiene un nuevo modelo para la evaluación de proyectos deberá ser bien acogido. Con centros urbanos en desarrollo, un crecimiento económico estancado y un legado de falta de financiamiento de infraestructura, este enfoque da a los gobiernos la oportunidad de rebasar a economías más desarrolladas, centrándose en dar valor a partir de inversiones en infraestructura.

Los departamentos del gobierno deberán integrar sus enfoques frente a la inversión a fin de unirse en torno a objetivos comunes; se requerirá de liderazgo del más alto nivel para que la voluntad política haga lo que sea mejor para la economía en su conjunto. Se deberán adoptar nuevos acuerdos y una colaboración estrecha entre los gobiernos municipales, regionales y federales para impulsar inversiones y beneficios equilibrados.

La infraestructura urbana se ha convertido en uno de los más importantes desafíos que enfrenta el mundo hoy en día. Así que no es de extrañar que la voluntad política y los líderes de negocios ahora estén enfocados en la correcta planeación de ciudades y su impacto en todo lo concerniente a crecimiento económico y bienestar social, cambio climático y sustentabilidad.

De hecho, en los países desarrollados y en vías de desarrollo la ciudades se esfuerzan en proporcionar una serie de infraestructura crítica para menguar su creciente, y en muchos casos implacable, crecimiento; y en apoyar el desarrollo de sistemas de transporte más eficaces, energía confiable y de bajos niveles de carbono, redes seguras de abastecimiento de agua potable, y un desarrollo de infraestructura social eficiente y escalable.

La inversión es un desafío indispensable con el que se tiene que lidiar, tanto en las economías pobres como en las ricas. Pero las preguntas fundamentales también rodean consideraciones de políticas fiscales, la necesidad de mayor rendición de cuentas, el rol del sector privado y la búsqueda de mejorar la sustentabilidad de infraestructuras y servicios.

Como resultado de lo anterior, hemos visto aumentar las actividades en el desarrollo de “ciudades del futuro”, es decir, ciudades altamente habitables y que equilibran las necesidades de la población, la economía y la contribución al medio ambiente. Nuestra firma desarrolló el estudio Infrastructure 100: World Cities Edition, que muestra 100 de los proyectos de infraestructura urbana más innovadores e inspiradores en el mundo.

Esta edición ofrece una visión de los proyectos de infraestructura que hacen de las grandes urbes lugares donde la gente desea vivir y hacer negocios. El informe destaca los proyectos innovadores de todo el mundo y está diseñado para motivar a la gente a concebir, financiar y desarrollar planes de infraestructura que transformen no sólo los asentamientos urbanos, sino que las poblaciones del mundo interactúan con su infraestructura, los gobiernos, ciudades y el ambiente.

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