Las cifras de actividad industrial reportadas para el cierre de 2013 reflejan un retroceso anual de 0.7%, tal y como lo habíamos previsto. El saldo negativo fue producto de una contracción en el sector de la construcción (-4.5 %) y de una debilidad en el resto de los componentes de la producción industrial. La manufactura fue el pilar que evitó un retroceso mayor, al crecer 1.4%. No obstante si bien su desempeño fue superior al promedio del PIB total, tampoco puede obviarse que durante el transcurso del 2013 fue perdiendo fuerza, así lo indica la evolución de su ciclo económico.

Dicha situación revela las condiciones adversas que atraviesan tanto el mercado interno como la actividad industrial de Estados Unidos, en donde esta última condiciona las exportaciones y producción mexicanas.

Evidentemente que lo descrito incidió en el contexto de crecimiento económico total de México en el 2013, así como en la generación de empleo formal para su población. Si bien el INEGI reportó que entre el cuarto trimestre de 2012 y el correspondiente de 2013 la ocupación aumentó en 1.17 millones de personas, las cifras del IMSS reflejan que solamente 463 mil obtuvieron una ocupación con la prestación de seguridad social que otorga el sector privado. De acuerdo con el INEGI, al cierre del 2013 el sector informal ocupó a 14 millones de personas, un incremento de 350 mil respecto a lo registrado un año antes. La cifra de informalidad y el aumento en la inflación registrada a fines del año pasado, permiten estimar que se debe tener cuidado para evitar que se agudicen las condiciones de precariedad laboral.

En este aspecto debe citarse que la actividad de las manufacturas no solamente evitó un retroceso mayor en la actividad industrial, también incidió en la creación de empleo y ocupación, propiciando con ello un mayor bienestar social en el país. De los 463 mil nuevos registros de empleo contabilizados por el IMSS, 156 mil correspondieron a la industria de la transformación (33.7% del total), siendo con ello la actividad productiva que logró el mayor registro de empleo con seguridad social en el país. Además, el sector de la transformación es una de las fuentes de mayor valor agregado en la economía.

Las cifras del INEGI también son contundentes: entre finales de 2012 y 2013 se agregaron 1.17 millones de mexicanos al personal ocupado en el país, de ellos 397 mil lo hicieron en el sector de las manufacturas (34%, una proporción similar a la contabilizada por el IMSS). De acuerdo al INEGI, las manufacturas fueron el sector que mayor ocupación generó en un aciago 2013.

Por ello, es prioritario que para el 2014, y en general para el resto de la presente administración, se tenga un programa económico de fomento industrial, que incida favorablemente en un sector estratégico y dinámico, el cual generó crecimiento económico y empleo formal aun en condiciones adversas.

Además el entorno económico no ha mejorado en el sector real, la actividad de la industria manufacturera, vinculada en mayor medida con el comercio exterior del país, presentó cambio en su tendencia y con ello una mayor debilidad hacia finales del 2013.

Por tanto, y pese al dato positivo reportado, su ciclo se encuentra a la baja indicando con ello que las perspectivas de este sector no son favorables y que es prioritario acelerar la implementación de los comités de productividad declarados en la Reforma Laboral aprobada, del Programa de Desarrollo Innovador y del Programa para Democratizar la Productividad.

En el 2014 es esencial que lo descrito se conjugue con nuevas políticas públicas, que vayan más allá de la estrategia de comercio exterior aplicada en las últimas décadas y que se encarguen de fomentar la productividad de la empresas en sectores industriales que impulsan el crecimiento económico, de otra manera los resultados seguirán siendo modestos.

*Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico

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