Como cada año, la revista Fortune clasifica globalmente a las 500 empresas más importantes en términos de ventas, correspondientes al año fiscal 2012. Si analizamos las cifras del sector automotriz y hacemos un comparativo de los tres principales competidores: Toyota, Volkswagen y General Motors (cuya producción de unidades es muy similar), encontramos que tanto en unidades producidas como en ventas totales durante ese año, Toyota es el líder.

No obstante, en cuanto a utilidades, existen grandes diferencias. Por ejemplo, sorprenden las alcanzadas por el grupo VW, de 27 mil 900 millones de dólares (mdd), en relación con Toyota (11,587 mdd) y GM (6,188 mdd), a pesar de que la primera cuenta con la plantilla laboral más numerosa (549,763 empleados en el mundo; de ellos, 18,000 están en México) y con los activos totales más altos del sector.

En casos como el de VW, los especialistas en “reingeniería de procesos” recomendarían una reducción drástica de personal, ya que si analizamos su producción por empleado en el 2012, resulta ser la más baja del sector. Sin embargo, parece que la estrategia de la empresa es totalmente diferente. Ésta se centra en la generación de valor para el cliente y no en la reducción indiscriminada de costos.

Asimismo, la rentabilidad sobre activos totales de VW es de 6.84%, muy superior a la de sus competidores (GM 4.14% y Toyota 3.07%). Las utilidades por empleado, en el caso de VW, también fueron superiores, con una plantilla laboral más numerosa. Por lo tanto, la oferta de valor es la que hace la diferencia.

En este sentido, en épocas de crisis en las que existen fuertes fluctuaciones en la demanda, la política de personal de VW busca mantener su plantilla laboral y en todo caso se reduce el número de horas trabajadas por semana, por operario. De esta manera, mantiene y privilegia el activo más importante con el que cuenta la empresa: su personal. Desde luego, el tamaño de la fuerza laboral también se ve afectada por el alto grado de integración vertical y, en este sentido, VW es una empresa más integrada que GM y Toyota.

Asimismo, su apuesta por los mercados emergentes (China, Brasil y México) les ha permitido asegurar un crecimiento por encima de sus competidores, blindándola ante futuras crisis macroeconómicas. Desde el punto de vista operativo y estratégico, la situación actual de VW es privilegiada; esto es, sin lugar a dudas, el resultado de una visión capaz de imaginar el futuro, una gestión eficiente y una política centrada en las personas, que la pone en línea con las metas que se ha fijado a largo plazo y que la posicionan como líder del sector.

Estrategia vs reducción de personal

La reducción de personal, en la gran mayoría de los casos, es una muestra de la incapacidad de la alta dirección para extraer talento de su gente y, en ocasiones, se contrapone con la estrategia, ya que al liquidar personal estamos prescindiendo de la experiencia y habilidades de los empleados, desarrolladas dentro la empresa.

Los empresarios deben entender que la generación de fuentes de trabajo es el fundamento para coexistir en sociedad, generar valor e incrementar el consumo. Cuando una empresa no es capaz de extraer talento de su gente, ha dejado de innovar. A largo plazo, la reducción de personal siempre será una medida de alto costo.

El siglo XXI será de los empresarios con una visión integral de la empresa, capaces de imaginar un futuro en el que no solamente se genere un alto valor económico, sino además un alto valor humano. Ante un entorno cada vez más complejo, nuestra única y verdadera riqueza será siempre el capital humano.

*El autor es profesor decano del área de Dirección de Operaciones del IPADE.

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