El próximo miércoles 19 de junio, el Periodismo y la Literatura mexicanos recordarán a un grande de las letras, en particular de la crónica: Carlos Monsiváis.

Catorce años después de su muerte, las aportaciones de “Monsi” a la crónica en México son múltiples y enriquecedores. Lo mismo escribió y retrató las consecuencias del terremoto de 1985, que la organización de la llamada “sociedad civil”, las contradicciones del fervor y el catolicismo de una parte en la sociedad, o las movilizaciones del magisterio.

“Su implacable mirada crítica, su estilo incisivo y siempre sorprendente, y su sentido del humor sin concesiones hicieron de él el autor más atento a las transformaciones, las costumbres, las inquietudes, las tragedias y los momentos clave de nuestro país. Su obra incesante encontró en la crónica su espacio idóneo”, describe “Editorial Era” sobre él.

La cobertura de crónica que hizo Monsiváis durante los setentas y ochentas de México, en una época que el régimen de partido y el presidencialismo configuraban la cultura política.

Recuperó y destacó los detalles, los pensamientos, los aromas, el ambiente, la indignación, la organización y otros tantos aspectos en la emergente “sociedad civil” que una década posterior (1997), castigaría al PRI en las elecciones intermedias para quitarle el control del Congreso de la Unión por primera vez en la historia.

La crónica y Carlos Monsiváis formaron una pareja diversa, irreverente, pero sobre todo necesaria durante finales del siglo XX. Su escritura permitió aproximarse a esos huecos tanto de lo social underground, como lo popular en la cotidianidad de la sociedad mexicana.

Lejos de estridencias e intereses en la clase política, Monsiváis desarrolló una mirada aguda y puntual de las problemáticas e inquietudes de un sector socialmente activo, que buscaba expresarse de distintas maneras contra los excesos e injusticias del sistema.

Mencionar su nombre es evocar el Periodismo narrativo que falta impulsar más en México y Querétaro. Es cierto, hay esfuerzos a destacar, pero se necesita más crónica.

Por ejemplo, crónicas que evidencien el genocidio de Israel contara la población de Palestina, más evidencia de los crímenes de lesa humanidad de Netanyahu y sus cómplices. O sobre las condiciones de enseñanza aprendizaje de infancias en la montaña de Guerrero, en las escuelas y comunidades donde trabajan integrantes de la CNTE, entre otras cosas.

Contaminación en Hidalgo, trabajo galardonado en Premio Breach/Valdez

La sexta edición del Premio Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos reconoció los trabajos de Carlos Carabaña, de N+ Televisa; así como de Alejandra Crail y Daniela Guazo (EL UNIVERSAL), quienes abordaron la contaminación en presa de Hidalgo, y condiciones que vulneran Derechos Humanos de las infancias en las aulas.

“El jurado calificó como excelente el trabajo periodístico de Carlos Carabaña, quien expone con originalidad y cuidado la crítica situación que viven las y los vecinos de la presa de Endhó, en Hidalgo, quienes se están enfermando de cáncer como consecuencia de un atroz atentado al medio ambiente. A través de un exhaustivo recorrido histórico, el cual complementa con productos gráficos y audiovisuales, Carlos Carabaña revela las omisiones que han permitido que el agua contaminada de los pozos envenene a seres humanos y a la flora y fauna colindante de la zona”, precisó la UNESCO mediante texto sobre la premiación.

Enhorabuena por estas investigaciones periodísticas. Posterior artículo abordará el trabajo reconocido como primer lugar en la categoría Derechos de la Niñez y Adolescencia.

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