A sus 65 años, Jaime Ruiz Sacristán, tomará este 1 de enero la presidencia del consejo de la Bolsa Mexicana de Valores. La responsabilidad no es poca, pero este hombre con experiencia en el sector bancario parece tener lo necesario.

La dirección de la bolsa la tomará alguien más, pues los consejeros de la BMV decidieron separar los cargos, luego de que Luis Téllez, quien dejará el puesto el próximo 31 de diciembre, ostentaba tanto la dirección como la presidencia del consejo.

El cambio significa varias cosas, entre otras, volver a un modo de trabajo menos vertical, así que el consejo regresa a su función más reguladora y supervisora de la dirección. Con esto en mente se nombra a Jaime Ruiz Sacristán para manejar las riendas del consejo.

No es un momento sencillo para la Bolsa. Se sigue viendo como un grupo de empresas muy limitado y como un modo de financiamiento inconveniente para la mayoría de las compañías mexicanas, donde son las pequeñas y medianas empresas las que crean el mayor número de empleos. Pero, ¿quién es Jaime Ruiz Sacristán?

One of us?

La diferencia entre banquero y financiero depende del punto de vista. Sin ser estrictos en la definición, podríamos decir que quien recibe dinero para dar cierto rendimiento, y que a la vez lo da prestado a alguien más, en busca de generar, él mismo, una mayor ganancia que el anterior, se puede llamar banquero.

Es decir, quien maneja dinero de otros para hacerlo rendir más. O bien, quien cobra rápido y paga lento. Ese es básicamente el negocio de los bancos.

Ser financiero es, quizá, otro nivel. Es mover ese dinero en mercados que originalmente no eran propios de los bancos, pero que ayudan a conseguir mayor rendimiento. O bien, son quienes ven todo el panorama, donde los bancos son uno de tantos jugadores.

Ser financiero es, también, emprender con base en el análisis que permita obtener mayor ganancia. Es, en este punto, donde las finanzas y los negocios se cruzan. Es aquí, en la Bolsa, donde unos dependen de los otros: el funcionamiento de las empresas, con la confianza de los accionistas.

Es aquí, en la Bolsa, donde Jaime Ruiz Sacristán busca recuperar tal confianza de inversionistas para hacer de este organismo una manera de impulsar aun más compañías. No solo se trata de conseguir financiamiento para empresas, sino, como organismo, ofrecer más instrumentos financieros. Esta es quizá una de las razones por las que se eligió a Jaime.

Como solía ser con las naciones, donde la lengua era un elemento de unión entre la población, así quienes hablan el idioma financiero se identifican con quien lo domina. Por eso, los consejeros de la BMV han puesto al frente a uno de ellos. Alguien del que se espera atraiga más empresas, más inversionistas y haga más robusta la Bolsa de valores.

Finalmente, la función de Jaime Ruiz Sacristán será ser intermediario entre las empresas y los inversionistas. Y como toda función de intermediario, o celestina, tiene que hacerles ver a ambas partes que les conviene conocerse.

Financiero que invierte

De sus 35 años en el sector financiero destaca estar al frente del consejo de Ve Por Más (el banco que extrañamente usa en su logo un BX+), del que también fue fundador. Es decir, ha emprendido un proyecto desde su inicio con su primo Antonio del Valle, uno de los hombres más ricos del país. Éste a su vez es socio de Carlos Slim en Elementia (empresa que saldrá a la bolsa), y las empresas de Carlos Slim son tan significativas en la bolsa que podría ponerla en aprietos si se retiraran de este mercado bursátil, por poner un ejemplo gráfico. Todo indica que cuenta con los contactos suficientes para mantener la fiesta en paz. Conoce la parte de las empresas y también, claro, la de los bancos.

Ha estado al frente de la ABM (Asociación de Bancos de México), donde, de nuevo, como buena celestina, ha conciliado los intereses de varios, los bancos y otras partes del mundo financiero, para “jalar parejo”. Fue reelecto por un periodo más (2011-2012) y entre los miembros, en general, dejó buen sabor de boca.

Sus estudios han estado más en la administración de negocios. Estudió la licenciatura y maestría en esta materia, pero ha sido su dominio en el sector financiero lo que le da otro sentido a su curriculum. Es miembro de varios consejos de administración, lo que revela, además de sus amistades, su conocimiento de las empresas: Grupo Financiero Bital, Grupo Prime, Banco Mexicano Somex y Citibank México. Tuvo un papel importante en la venta de Bital, así que sabe todo lo relacionado con la venta, compra, reestructura, valuación de una empresa, lo que es el pan de cada día en la Bolsa, donde buscan financiamiento.

El arroz negro

Será también un nuevo comienzo para la Bolsa. Desde 1984 no se tenía un entorno como éste. Precio del petróleo por los suelos, una economía con un pobre mercado interno, el índice de la Bolsa en números bajos, la mayoría de las empresas del país sin posibilidad real de entrar en Bolsa y otras que francamente no la ven como una alternativa para ellos. A esto le añades una crisis de popularidad de la presidencia del Poder Ejecutivo…

Parece que se requiere no solo a nuevas cabezas, sino nuevos liderazgos en varios sectores. Incluso en el privado. La Bolsa, lo quiera o no, tiene una función de mercado y debe ayudar a que la economía funcione.

Recordemos que la Bolsa está en el sector privado. Su función es conectarlo con otras partes del mismo sector privado (es pública en el sentido de que sus acciones están disponibles para que el inversionista, nacional o extranjero las adquiera en la misma bolsa.)

En este sentido, no es de extrañarse que se ponga atención en Sempra Energy, la empresa proveedora de Pemex que, entre otros proyectos, está a cargo de Los Ramones, el gasoducto que abastecerá de gas natural a gran parte del país y que conectará con Estados Unidos.

A principios de 2013 se dio a conocer que José Susumo Azano Matsura había acusado formalmente a Sempra Energy de corrupción, por supuestamente hacer uso de un terreno de 100 hectáreas en Ensenada, Baja California, que le pertenecería a Eugenio Sánchez Ritchie.

Sempra ha dicho que adquirió el terreno legalmente. El caso continúa en Estados Unidos. Tanto Jaime Ruiz Sacristán como Luis Téllez han sido miembros del consejo de Sempra Energy, lo que los ponen bajo los reflectores. Mientras tanto, Los Ramones sigue en pie y pronto (en estos días) comenzará a dar servicio para llevar gas a todo el país.

Año nuevo…

Quizá en la celebración de Año Nuevo Jaime Ruiz Sacristán esté con sus familia festejando no sólo lo que el resto de Occidente celebra, sino también su nombramiento. Entre sus familiares quizá esté su hermano gemelo: Carlos, quien fue secretario de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Zedillo.

Serán al menos dos años que Jaime Ruiz Sacristán esté al frente del consejo. Podrá ser reelegido por un periodo más de otros dos años. Una de las principales decisiones a tomar, junto con los demás consejeros, será la designación del nuevo director. Sin embargo, mientras no se elija a alguien, el nuevo presidente del consejo actuará como director general indefinidamente.

Es sabido que el Fideicomiso de Control, quienes manejan el 36% de las acciones ordinarias de la Bolsa Mexicana de Valores, quiere separar los cargos de director general y presidente del consejo, lo que hace más probable que se dé a conocer antes del año nuevo a un director general. Basta hojear la sección financiera de los diarios para darse cuenta que ya hay varios candidatos a la posición, entre ellos bancarios. Quizá sale alguno que este año nuevo también tenga algo nuevo que festejar.

*** A sus 65 años, Jaime Ruiz Sacristán tiene mucho qué celebrar, pero los retos siguen antes y después de su nombramiento, fuera y dentro de la Bolsa.

No es raro que la prensa confunda a Jaime Ruiz Sacristán con su hermano gemelo Carlos. No es raro tampoco que compartan ciertas habilidades políticas y empresariales.

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