La demanda interna del sector privado, uno de los principales motores de la economía mexicana en lo que va del año, se estancó en julio pasado a causa del retroceso del consumo de bienes de origen importado, de acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El indicador mensual del consumo privado en el mercado interior no registró variación durante julio de 2017 frente al mes inmediato anterior, con cifras ajustadas por estacionalidad, luego de tres meses consecutivos con tasas positivas.

Cabe recordar que la demanda del sector privado se constituyó en la principal fuente de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año, cuando la economía alcanzó un incremento anual de 1.8%; sin embargo, este dinamismo parece que tiende a debilitarse al inicio de la segunda mitad del año.

Por componentes, el consumo de bienes y servicios de origen nacional presentó un alza mensual de 0.2%. El crecimiento de la demanda privada de bienes como de los servicios fue de 0.2% en julio respecto al mes anterior.

Por su parte, el consumo de los bienes de origen importado cayó 0.6% en el séptimo mes de este año respecto al precedente, según datos ajustados por estacionalidad, luego de que en mayo y junio pasados había reportado tasas positivas. Si bien la depreciación del peso frente al dólar tiende a ser menor, sigue impactando en los precios de algunos productos y, por tanto, en las decisiones de compra de los consumidores.

En su comparación anual, el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior mostró un crecimiento de 3.1% en el mes de referencia, su tasa más baja de los últimos cuatro meses, lo que revelaría desaceleración.

A su interior, los gastos en bienes de origen importado reportaron un avance de 11.3%, tasa similar a la reportada un mes antes, ubicándose entre las más elevadas desde diciembre de 2011. Los analistas coinciden en que será difícil que el consumo de este tipo de bienes mantenga su dinamismo en lo que resta del año.

En el caso de los bienes y servicios nacionales, estos se incrementaron 2.4% en julio, la tasa más baja desde marzo pasado.

El consumo interno de servicios se mantiene como el más dinámico en el país, con un crecimiento anual de 3.9%, mientras que el consumo de bienes fue apenas mayor en 0.9% en septiembre respecto al mismo mes de 2016.

Durante los últimos tres meses, el crecimiento promedio anual del consumo privado interno en general fue de 3.5%, tasa ligeramente inferior al 3.7% reportado en los tres meses inmediatos anteriores, lo que podría marcar un menor dinamismo.

En lo que resta del año hay varios factores de riesgo para la demanda interna, como es la prevalencia de una alta inflación, así como una creciente incertidumbre debido al proceso de la elección presidencial de 2018 y las negociaciones en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Los analistas coinciden en que el consumo privado tenderá a desacelerarse en los próximos meses, el cual se podría ver compensado por un mayor crecimiento de las exportaciones.

Pese a ello, los especialistas siguen ajustando a la baja el crecimiento económico del país para este año.

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