Hay un estudio que es citado una y otra vez para demostrar la falta de confianza que tienen las mujeres en sí mismas. Un informe interno de Hewlett Packard, arrojó que mientras los hombres intentan ganar un trabajo cuando tienen sólo 60% de las aptitudes, las mujeres únicamente lo hacen si tienen 100%. Por desgracia, es un rasgo común de las mujeres de todas las latitudes: La falta de confianza.

Olivia Jaras, directora y fundadora de Salary Coaching, una consultoría que se dedica a apoyar a las mujeres en materia laboral, utiliza este ejemplo para demostrar que “las mujeres no nos creemos el cuento”: “Aunque alguien nos diga que valemos un millón de dólares, no creemos lo que nos están diciendo, las mujeres tenemos esa noción cultural sumamente enraizada de que no está bien asertiva”, explica la especialista.

En esto coincide Ana Victoria García, fundadora de Victoria 147, una incubadora de empresas especializada en proyectos de mujeres y una de las líderes de la convocatoria #CityExpressMujer-
Emprende, la cual busca fomentar la innovación y apoyar al emprendimiento femenino. Victoria asegura que las mujeres necesitan analizar su mentalidad para poder llegar realmente lejos.

“Queremos estar sobrecapacitadas para poder dar un siguiente paso, tanto en el mundo corporativo como en el mundo empresarial. No nos la creemos y dudamos mucho, no queremos arriesgar y controlarlo todo”, sostiene.

Pero no son sólo percepciones. Las mujeres tienen menos confianza que los hombres y varios estudios lo demuestran. La confianza es una construcción que se lleva a cabo a lo largo de la vida y que conforme la mujer crece, va sufriendo cada vez más y más.

Claire Shipman y Katty Kay, dos periodistas y autoras de The confidence code [El código de confianza, en español], un libro que se convirtió en best seller, se dieron a la tarea de estudiar este tema y encontraron que la confianza en sí mismas de las mujeres cae de manera dramática conforme van pasando los años. Entre los ocho y los 14 años, la confianza en sí mismas se cae 30%. Además, en la adolescencia, la confianza de que le caen bien a otras personas también se cae de manera dramática: de 71% pasa a 38%.

 

“Las niñas son más propensas que los niños a describirse a sí mismas como estresadas, ansiosas, tímidas, emocionales, preocupadas, deprimidas y feas. Los niños son más propensos a describirse a sí mismos como seguros, fuertes, aventureros y valientes”, sostiene este estudio.

Y esto se hace cada vez peor. Mientras que en 1991 un estudio —citado por las autoras de The confidence code— demostró que las mujeres sufren de una pérdida dramática de confianza entre los nueve y 14 años. Mientras que 60% de las niñas en la escuela primaria dicen que ellas eran felices tal cual eran, para la preparatoria ese número cayó hasta 29%. Entre lo que ha hecho más fuerte el cambio está el internet y las redes sociales.

En contraste, los hombres han fortalecido su confianza. Para ejemplo, un estudio publicado de manera reciente en la revista Advances in psychology education [Avances en la educacion en psicología, en español], encontró que los hombres se perciben a sí mismos como más inteligentes, incluso comparados con aquellas mujeres cuyos grados demuestran que son igual de inteligentes que ellos. Los investigadores quedaron sorprendidos de la manera en la que las mujeres solían subestimar su inteligencia. Mientras un hombre es capaz de decir que es más inteligente que 66% de su clase, una mujer lo sostiene sólo en 54%.

Esto se hace más pronunciado a través del tiempo. Mientras que las chicas y chicos tienen entre nueve y 14 años tienen la misma probabilidad de creer que tendrán el mismo éxito en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), a medida que entran en la adolescencia, los niños ganan más confianza en que serán más exitosos mientras que las niñas la pierden, de acuerdo con la investigación de las periodistas.

Si te subestimas, lo serás

La lista de evidencias es larga de cómo los hombres confían (y muchas veces lo hacen de más) mientras que con las mujeres sucede lo contrario. Otro estudio realizado hace algunos años por la Cornell University encontró que los hombres sobreestiman sus habilidades y desempeño, mientras que ellas los subestiman.

Y esto, ¿por qué es importante? Porque el conocimiento de si estamos o no teniendo éxito en una tarea es una “pieza preciosa” de información que nos sirve para dar el paso siguiente.

“El grado en el que las personas piensan que se desempeñaron bien a menudo tiene consecuencias sustanciales en las acciones que toman y en los resultados de lo que hacen”, explica el estudio. Es decir, que la gente actúa conforme cree que se desempeña y si crees que lo haces mal, muy probablemente ese sea el resultado.

“Y esto es una crisis”, sostienen las periodistas autoras de The Confidence Code. “Las chicas pueden dominar al mundo y lo único que necesitan, es confianza”.

¿Qué tendrían que hacer las mujeres para llegar al mismo lugar que los hombres? A ellos se les percibe como asertivos, pero a una mujer que es así se le considera agresiva, así que muy probablemente ese no sea el camino más viable.

La propuesta es que las mujeres utilicen sus habilidades de comunicación y empatía para alcanzar sus metas y recuperar la confianza en sí mismas. “Si tú entiendes cuánto es lo que vales, vas a poder cambiar tu conciencia a nivel de género”, sostiene Olivia.

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