Durante dos días se rindió homenaje al violinista, docente y gestor cultural Francisco Muñoz. El primer día se inauguró una placa con su nombre en el auditorio del Centro de las Artes (CEART) de Santa Rosa de Viterbo, Querétaro, lugar donde el músico desarrollaba varias de sus actividades.

Después comenzó una serie de interpretaciones musicales a cargo de amigos, colegas, alumnos, y varios de ellos compartieron anécdotas, coincidiendo todos en la entrega y pasión con la que regía su vida Paco, como le llamaban todos sus amigos. “Paco ha dejado una huella imborrable en todos nosotros”, dijo el músico Luis Arcos.

En la develación de la placa, su hermana, María José Muñoz, dijo que por estas actividades que rinden honor a Francisco, seguirá vivo su recuerdo.

“Mi hermano, un hombre apasionado en todo lo que hacía, apasionado en su música, apasionado en la vida, apasionado padre, apasionado hermano, apasionado hijo. No puedo decir nada que pueda expresar mi sentir, pero realmente, como familia, nos da mucho gusto lo que mi hermano representó como comunidad artista, para sus compañeros de trabajo, colegas, sus alumnos. En todos los aspectos mi hermano fue un gran hombre y lo vimos en esta tragedia, la admiración que sus compañeras y compañeros sentían por él”, expresó María José.

Además de su labor musical, también se habló de su entrega como amigo y padre, de su gusto por el ajedrez, de su andar siempre en bicicleta y sus múltiples proyectos pendientes, como el ingresar a la maestría de Filosofía.

“Paco descubrió y fue respondiendo paulatinamente a las preguntas, ¿para qué nació?, a través del intempestivo, lo disipativo, lo irreverente, lo lúdico, y aunque parezca contradictorio a lo anterior, con disciplina férrea, como aquella vez que tomó su bicicleta desde la Ciudad de México hasta su casa en Querétaro. Anarquista de corazón, supo cómo estar en el mundo para construir y hacer comunidad en armonía con su amistad [...] Larga vida a tu creatividad, querido Francisco, siempre te vamos a recordar como alguien que peleó y tuviste esperanza con la música, la poesía, la filosofía, el ajedrez. Y el amor como padre que compartió incondicionalmente su creatividad con todos nosotros para incendiar el mundo”, dijo su amigo Benjamín Ortega.

Con Juan José Bárcenas fundó el ensamble Aleph, que debutó oficialmente en octubre de 2019 como la primera agrupación queretana dedicada a la música nueva y experimental. Se dio lugar a más de 20 proyectos y dejó pendiente la creación de una ópera basada en el Popol Vuh, que ahora Juan José dará continuidad.

El ensamble Aleph participó en el homenaje con la pieza Four Meditations de Pauline Oliveiros, con la participación de la bailarina Ana Aboytes, la soprano Daisy Anizar y los músicos Karla Vasconcelos, Valeria Sandoval, Diana Martínez, Alejandro Huerta, Alejandro Díaz y Juan José Bárcenas.

También se unieron al homenaje Ernesto Martínez; el Cuarteto Requiem; la Camerata Bardi (fundada también por Francisco Muñoz en 2021), además se presentó Una danza para dos 2014, danza butoh con música de Francisco Muñoz, a cargo de Jess Ramírez; entre otros músicos, amigos y alumnos de Francisco.

El violinista, docente y gestor, Francisco Muñoz, nació en Querétaro el 11 de noviembre de 1983. Reconocido como un gran músico, docente y gestor cultural en el país. Inició sus estudios musicales en Querétaro donde más tarde dirigió proyectos como el ensamble Aleph de música contemporánea, fundó y dirigió la Camerata Bardi y el Festival Internacional Barroco de Querétaro e impartió clases en varias instituciones del estado.

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