Entraron en vigor las reformas relativas al Fondo de Pensiones Bienestar y el incremento a las pensiones hasta alcanzar poco más de los 16 mil 700 pesos. 7 instrumentos jurídicos fueron reformados y extinguida la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero. Entre las confusas reformas, se encuentra el traspaso de los fondos de los ahorradores —40 mil millones de pesos— mayores de 70 años que no estén actualizadas, sea porque no trabajan esos adultos o hayan fallecido, para que el nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar, lo administre. El dinero se lo lleva el gobierno federal. La responsabilidad de administrar los dineros cae en el responsable del Fideicomiso: el Banco de México será el fiduciario. Sin embargo, derivado de la laxa y confusa redacción de las adiciones y reformas, todo queda en buenas intenciones del gobierno federal.

En la redacción de las reformas se abusa de los términos: “en su caso y procurar”. Jurídicamente significa que no está obligado el gobernó a nada. “Procurar” no es obligación y “en su caso”, otro tanto. Los dineros para la bolsa de las nuevas pensiones saldrán de donde se pueda; empezando por los recursos proveniente de la extinción de la Financiera Nacional; Hacienda tendrá la obligación de concentrar dinero de donde pueda y el deshonesto Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, también deberá coadyuvar a sostener la pesada carga. Los mayores de 65 años tienen preferencia sobre los menores de esa edad para la nueva pensión y el Fondo de Pensiones “procurará, en su caso” cumplirle a estos pensionadnos. Vamos, no es obligatorio, siempre “procurará”. El Fideicomiso trasladará el dinero de las pensiones a las instituciones del IMSS e ISSSTE.

Lo único cierto, que los 40 mil millones de pesos de las Afores que no se han movido los últimos 5 años, sí se lo lleva de inmediato el gobierno federal, obligando a todas las administradoras a enviar ese dinero. Esa obligación sí es imperativa. Primero el dinero, después la administración y repartición de las pensiones. La promesa queda pendiente, salvo que, como suele suceder, el presidente anuncie qué jubilados ya reciben su nueva pensión; será propaganda política. Las reglas del Fideicomiso de las pensiones no están listas; debieron darse a la vez que entraron en vigor las normas. Los beneficiarios de las cuentas requisadas, al pretender reclamar sus ahorros les será imposible; si hay suficiencia de fondos sí, de lo contrario no habrá nada.

Google News