El pintor queretano Raúl Campos fue seleccionado por la Revista Forbes como uno de los 100 Mexicanos Más Creativos en el Mundo en 2022. Y por este motivo se reunió con la titular de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, Marcela Herbert.

“Con solo 29 años, el pintor Campos es el único pintor originario de Querétaro en aparecer este año como creativo en la publicación internacional. En su décima edición, la Revista Forbes eligió a 100 mexicanos talentosos que con su trabajo rompen paradigmas a nivel mundial, rubro en el que destaca la formación y reconocimiento de Raúl Campos”, se lee en el boletín emitido por la dependencia cultural.

Campos también fue el primer mexicano en ser aceptado en The Nerdrum School, y aunque el promedio de estancia ahí es de dos a tres meses, él estuvo dos años como discípulo del reconocido artista sueco Odd Nerdrum.

La obra de Campos combina la composición y la técnica haciendo eco al trabajo de grandes maestros como Caravaggio, Rembrandt, Vermeer, Rubens o Velázquez.

Los materiales y el soporte respetan principios básicos de la historia de la pintura, donde el tratamiento del lino, la preparación del soporte y el paso del tiempo son constantes al momento de crear su universo plástico.

Y tiene en su haber siete exposiciones individuales y 22 colectivas, tanto en México como el extranjero; para el corto plazo, prepara una muestra en el Museo de Arte de Querétaro, a fin de que la sociedad del estado tenga la posibilidad de conocer su obra.

En una entrevista previa con EL UNIVERSAL Querétaro confesó que su historia repite el “cliché del niño que iba mal en la escuela por estar metido en su cuaderno, dibujando”.

Formalmente inició su instrucción con Diana Gálvez, cuando tenía 15 años, y ella misma fue quien lo acercó a la obra de Román Miranda, “y un día, en una exposición de Román, mi abuela le dijo: quiero presentarte a mi nieto, a ver si le das unas clases.  Y él dijo: que venga al estudio y vemos. Así empezó una amistad con él, iba tres veces por semana a dibujar en su taller. A los 16 años Román me dijo: si no quieres dedicarte a esto, te recomiendo que te pongas a estudiar o hagas otra cosa, ahí fue cuando empecé a cuestionarme, y sí, decidí que esto era lo que quería hacer”.

Su camino continuó en San Miguel de Allende, “me habían hablado de un instituto, tenía en ese entonces 19 años, pero no era lo que  esperaba,  me salí y me dediqué a pintar mis obras e intentar exponerlas, luego me fui a Florencia”.

En compañía del pintor Diego Glazer, estudió en Florencia, Italia. Y cuando le faltaban sólo dos meses para terminar su carrera recibió la invitación para irse a Noruega y continuar su formación con Odd Nerdrum. Su estancia en el extranjero cambió por completo su visión y su trabajo.

“Fue un cambio exponencial, estaba más ligado a la abstracción, y cuando me fui a Florencia me torné totalmente clásico, además en retratos y composiciones, que es algo que nunca había explorado como tal, y en Noruega aprendí a  hacer de todo, principalmente buscar el porqué detrás del cuadro, porque no es nada más pintar por pintar, todos los elementos en un cuadro tienen un porqué, ahora tardo meses en hacer un cuadro, porque estoy pensando en todos los elementos de la pintura final”, detalló.

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