Rogelio Padilla es un niño queretano de nueve añitos de edad, se caracteriza por ser alegre, divertido y bastante ocurrente. Recientemente participó en el concurso de tv de cocina Master Chef Junior 2017, un certamen que exige amplios conocimientos y una gran pasión por la preparación de platillos.
A pesar de su corta edad, Roy ha demostrado tener talento nato en el mundo gastronómico; tanto sus padres como sus abuelos se asombran de la facilidad que tiene para realizar nuevas propuestas de alimentos.
“Él siempre dice que se imagina cómo va a crear las cosas, en su cabeza tiene toda una receta y así nada más se pone a prepararlo”, expresó su abuelita, Cristina Castillo.
El pequeño espera con ansias todos los sábados, pues es el día en el que puede hacer el desayuno para sus papás, Rogelio Padilla Vega y María Cristina de Pedro. Con ayuda de su hermano menor, Santiago Padilla, saca lo que encuentra en el refrigerador y pone manos a la obra.
Uno de sus grandes sueños es convertirse en chef de comida gourmet mexicana, sabe que para lograrlo debe empeñarse en sus tareas escolares, por lo que sus calificaciones son excelentes.
¿Quién te enseñó a cocinar?
—Cocino bien bien desde los seis años, veía a mi papá preparar cosas y me gustaba. Él fue quien me enseñó, a veces nos sentamos en una mesita con mi hermano y preparamos pizza, sacamos la masa al carro para que eleve.
Después aprendí con toda mi familia y ya al último con un chef. Primero hacía cosas sencillas, huevo, frijoles y cosas así, luego ya hacía tamales o tortillas.
¿Qué es lo que más te gusta preparar?
—El mole oaxaqueño, no es tan difícil, me tardo como media hora en hacerlo. Me gusta porque sabe muy rico, creo que el secreto de un buen mole es que quede dulce. Para que tenga ese sabor le pongo canela, azúcar, pasas y chocolate.
¿Cuál es tu comida favorita?
—La mexicana, porque es el sabor de México, de donde yo soy. Tiene ingredientes muy ricos, frescos, me gusta prepararlos y mezclarlos. También cocino cosas españolas.
¿Cómo entraste a Master Chef Junior 2017?
—Mi papá supo del concurso. Fui a hacer el casting aquí en Querétaro, a la UVM; yo llevé cosas preparadas pero también allá cociné un pollo agridulce. Después fuimos a México y ya ahí me quedé.
¿Qué aprendiste en el concurso?
—Aprendí a no cortar la pasta y a untarla con salsa. También a cocinar chapulines, no sabía que se podían comer, estuvo muy padre esa vez. Hice muchos amigos, me llevaba más con Rebeca.
¿Por qué disfrutas tanto preparar platillos?
—Lo que más me gusta de cocinar es probar. Cuando ya está todo listo, me gusta ver si quedó bien o rico. Prefiero la comida salada a lo dulce. Disfruto porque siento muy bonito cuando cocino con mi familia, como hoy con mi abuela.
¿Qué haces en tus ratos libres?
—Armo figuras con Lego, puedo crear naves y usar mi imaginación, creo que tengo miles de piezas. También veo Star Wars, me gusta mucho porque es algo de imaginación, puedes disfrutar viendo la peli o jugar con tus amigos.
Siempre antes de eso hago la tarea, soy el segundo mejor de mi salón.
¿Cómo festejarás el Día del Niño?
—Mi mamá llega de Finlandia y su cumpleaños es el mismo día. Llega tarde, pero ya sé que el lunes le voy a hacer un desayuno, puede ser un huevo estrellado o hotcakes o un omelette; también estoy pensando en hacerle un mil hojas de bombones, es uno que hice en Master Chef.
