Octavio Paz, dice Enrique Krauze, solía decir una frase sobre Marie-Jo, su esposa. “Fue lo mejor que me ocurrió en la vida, después de nacer”. Ayer, la compañera de vida e inspiración del Nobel de Literatura falleció en su casa de Polanco. Con su muerte surge una gran inquietud en torno al destino del legado del poeta que Mariyó —como la llamaba el autor de El laberinto de la soledad—, resguardó celosamente durante más de 20 años.

En abril se conmemoraron los 20 años de la muerte de Paz y estudiosos del poeta advirtieron que existía una genuina preocupación por los derechos de autor de Octavio Paz.

La muerte de Marie-Jo ocurre sin una Fundación existente, sin la beca de poesía que otorgaba ni el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz; sin familiares cercanos y sin tener certezas acerca de lo que la viuda y heredera universal había resguardado. La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, adelantó ayer que la dependencia y el abogado de la viuda están revisando documentación y tomará tiempo saber qué podría suceder con el acervo del poeta.

La muerte de Marie-Jo fue dada a conocer por María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura. “Siento profundamente el fallecimiento de Marie-Jo Paz, viuda de Octavio Paz y amiga entrañable. Comparto mi pena con sus amigos cercanos y la comunidad intelectual”, escribió la funcionaria.

La Secretaría de Cultura reportó que Marie-Jo fue hallada sin vida ayer a las 11 horas en su casa por la gente que trabajaba con ella. Y por instrucciones de García Cepeda la dependencia se hizo cargo de los protocolos legales pertinentes. Sus restos fueron velados desde ayer por la noche en la funeraria ubicada en Félix Cuevas.

El presidente Enrique Peña Nieto, también publicó sus condolencias en Twitter: “Lamento la pérdida de Marie- Jo, compañera entrañable de Octavio Paz e integrante importante de la comunidad cultural de México. Mis condolencias a sus familiares y amigos”.

El acervo del poeta

El resguardo del archivo de Octavio Paz quedó en manos de Marie-Jo. Hay voces que afirman que gracias a su empeño todo se mantiene en México, pese a que fueron muchas las instituciones de diversa índole y de diferentes países las que le ofrecieron en repetidas ocasiones importantes sumas. Nunca aceptó, pues, se dice, jamás le interesó el dinero.

Este cuidado, advierten otros estudiosos, impidió que se conociera a cabalidad en qué consistía el acervo. Hay diversas historias que documentan cómo Marie-Jo fue muy selectiva y, muchas veces, fue un muro que impidió que se revisaran con libertad cartas, manuscritos y otros documentos valiosos.

Octavio Paz y Marie-Jo Paz no tuvieron hijos. El poeta sólo tuvo una hija, Helena Paz, con la escritora Elena Garro. Ambas murieron. La primera en 2014 y la segunda en 1998.

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