A tan sólo 45 minutos de la ciudad de Querétaro se encuentra ubicado uno de los lugares de más tradición y belleza de Querétaro, el pueblo mágico de Bernal. Este lugar, perteneciente al municipio de Ezequiel Montes, fue fundado en 1647 a los pies de la peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo.

Para aquellos que gustan de los recorridos guiados se encuentra el tranvía de Bernal, en donde llevan al visitante a transitar por los principales lugares históricos del pueblo entre los que se encuentran la peña de Bernal, el templo de San Sebastián Mártir, la capilla de la Santa Cruz y de las ánimas, así como a diferentes puntos.

Una dulce aventura

En la entrada del pueblo, en la calle principal llamada Independencia, se encuentra uno de los lugares que alberga una de las mayores tradiciones mexicanas y que conquista a quien lo visita por sus olores y gran historia, El museo del dulce.

Un residente de Bernal, conocido por los habitantes como Don Julio, inició hace 52 años con el negocio de “Dulces Bernal”, creando los más típicos como la natilla y la cajeta, elaboradas en cacerolas de cobre y barro, que aún se pueden ver dentro de este museo.

En éste se puede realizar un recorrido guiado por las instalaciones, en las cuales se explica el método para crear algunos de los postres favoritos mexicanos. Al finalizar la visita, se pueden adquirir los dulces tradicionales entre los que destacan el jamoncillo, ates, camotes y ricas gelatinas de cajeta.

Sobre la misma calle, se encuentran a la venta quesos artesanales, creados de forma casera y hechos a base de la leche de cabra y vaca. Actualmente, existe una gran variedad de opciones como: los ahumados, añejos o con aceite de almendras. Uno de los comercios que ofrece dichos productos es Doña Coco, mismo que, desde hace más de 25 años, se dedica a conservar esta riqueza gastronómica.

Una visita a este pueblo no está completa hasta visitar la peña de Bernal, que fue inscrita a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Este espectacular monolito está compuesto por la piedra micro granodiorita y está a 3,215 metros sobre el nivel del mar, con un peso aproximado de 4.5 millones de toneladas. Durante la subida hacia las faldas del peñón se ubican distintos puestos con dulces, opciones gastronómicas y artesanías, entre las que se pueden encontrar las piedras de la región, las cuales tienen un poder energético importante. Las principales son: la oxidiana, a la cual algunos consideran que funciona como amuleto para protección; la pirita que se dice atrae el dinero y la buena fortuna; el cuarzo blanco para la salud y paz, y la amatista para rechazar las envidias.

Gastronomía

Después del descenso, se recomienda probar las tradicionales gorditas de Bernal que se encuentran dentro del mercado de alimentos sobre la calle de Independencia. Este espacio se convirtió en el mayor centro gastronómico de comida mexicana en el pueblo, ya que aquí existen más de 15 puestos en donde, además de gorditas de maíz, se pueden encontrar quesadillas, enchiladas, variedades de moles, pambazos y una gran variedad de bebidas refrescantes.

Las gorditas son preparadas a mano y se cuecen en un comal típico para, posteriormente, son rellenadas de los guisos más típicos como son el picadillo, champiñones y chicharrón guisado o prensado.

Al finalizar, y para bajar la comida, se puede visitar el centro de Bernal, cuyo principal atractivo es el templo dedicado a San Sebastián Mártir que fuera creada en el año 1,700.

Asimismo, y a un costado de éste, se pueden disfrutar de las nieves de garrafa, elaboradas de manera casera, en donde se encuentran sabores como nuez, guayaba, fresa, vainilla y limón.

Hospedaje

Para alojarse existen opciones de diferentes precios, estilos y con distintas ubicaciones. Sobre la calle Independencia se encuentra un pequeño hotel, con sólo 7 habitaciones con un costo promedio de 500 pesos, en donde a tan sólo unos pasos se puede disfrutar del mercado de artesanías y el de comida.

A unas cuadras en la calle 5 de mayo se encuentra un hotel boutique dentro de una casona antigua del siglo XVIII, creado hace 5 años y tiene18 habitaciones con un costo promedio de 1800 pesos.

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