L os modelos de negocio de la industria musical se han modificado con base en las nuevas tecnologías. Ahora hay servicios de suscripción, descarga y gratuitos que contienen publicidad. De esta forma, los usuarios cuentan con más plataformas oficiales para escuchar música.
En el último año los servicios digitales de música han incrementado su penetración en el mundo a razón de 130 por ciento, con respecto al año anterior, y gran parte de ello es la ‘democratización’ que han generado la gran variedad de dispositivos móviles con conexión a Internet.
De acuerdo al informe anual de la consultora Gartner, en 2013 se vendieron 968 millones de teléfonos inteligentes y siguiendo la tendencia se prevé que para 2016 habrá más de 2 mil 500 millones de unidades vendidas, cifras que han explotado las empresas que ofrecen los servicios de música en streaming y por suscripción.
Las fuentes de ingresos de los sellos discográficos continúan diversificándose, y los servicios de streaming y suscripción representan una proporción cada vez mayor de esos ingresos. La industria ha concedido licencias a empresas internacionales en expansión, como Deezer y Spotify, y también ha respaldado los servicios regionales, como Muve, Napster, Rdio y WiMP. KKBOX, el servicio por suscripción asiático, se está expandiendo a otros mercados, mientras que en África esta tendencia también crece de la mano de The kleek y Deezer.
