Desde hace 10 años Karla Velázquez se adentró en el maravilloso mundo de las abejas; primero aprendió a hacer productos elaborados con miel, y después adquirió sus propias colmenas para convertirse en apicultora.
Y aunque ha sido víctima de la delincuencia y en dos ocasiones le han robado sus abejas, la emprendedora no se da por vencida y planea seguir adelante con su pequeña empresa.
Karla confiesa, entre risas, que nunca imaginó convertirse en apicultura. Recuerda que toda esta historia comenzó hace 10 años, cuando un amigo apicultor la motivó a estudiar diversos cursos sobre la preparación de productos naturales hechos a base de miel de abeja.
Así fue como desde los primeros cursos y talleres, Karla descubrió la variedad de productos que podrían realizarse con miel, por ejemplo cremas, champús, pomadas, lociones relajantes, jabones, exfoliantes y demás. En este punto descubrió que podría aprovechar su experiencia para iniciar su empresa, a la que llamó Nutri Abeja.
“Todo inició porque un amigo apicultor me comenzó a explicar los beneficios de la miel de abeja, y me explicó todo el proceso para extraer la miel, y todo lo que se podía hacer con ella, me convenció de estudiar cursos sobre elaboración de productos a base de miel y así lo hice, descubrí que se pueden hacer muchísimas cosas y que además ayudan a la piel, a la salud, a todo.
“Aprendí a hacer diversos productos y comencé a venderlos, fue así como inicié mi propia empresa que llamé Nutri Abeja”, comenta.
Los primeros años, Karla Velázquez realizaba sus productos de manera muy rudimentaria, utilizando lo que tenía a la mano y lo hacía también en pequeñas cantidades, aunque con el tiempo fue perfeccionando su técnica, mejorando sus herramientas de trabajo y descubriendo que era mejor preparar grandes cantidades de producto, para ahorrar tiempo y dinero.
“Lo hacía en un cuarto en la casa de mis abuelos, era un espacio que tuve que acondicionar, llevé lo necesario y ahí trabajaba todos los días, con el tiempo descubrí que era mejor si preparaba los productos en cantidades más grandes, comencé a preparar cubetas y después a embotellar.
“Vas aprendiendo sobre la marcha porque uno cree que como manejamos ingredientes naturales podemos prepararlos en los sartenes de nuestra cocina, no puede ser así, debe ser un proceso limpio, requieres artículos que sean sólo para trabajar estos productos”, menciona.
Cuando Karla perfeccionó su técnica de producción, se decidió a dar el siguiente paso, estaba convencida de que ella debía producir su propia miel, así que compró un par de colmenas de abejas e instaló una pequeña granja a las afueras de la capital; así fue como, además de emprendedora, inició su camino como apicultora, pues ahora estaba a cargo de las abejas y la producción de miel dependía completamente de ella.
Confiesa que tuvo que asesorarse para encontrar un lugar con las condiciones ambientales necesarias para la supervivencia de las abejas, es decir, un lugar con clima templado, buena fuente de sol, y también un cuerpo de agua cercano, donde las abejas puedan refrescarse y calmar su sed.
Con el tiempo, Nutri Abeja fue robusteciéndose pues logró ser autosustentable, al producir su propia materia prima: la miel.
Sin embargo, todo camino al ascenso implica complicaciones y para Mayra el mayor contratiempo fue ser víctima del robo de sus abejas, ya en dos ocasiones.
