Jennifer Helgueros es una mujer egresada del Tecnológico de Monterrey, de la carrera de Ingeniería en Industrias Alimentarias, rubro en el que trabajó por más de 10 años, sin embargo, cuando se enfrentó a la tarea de ser mamá su vida comenzó a cambiar.

Cuenta que al inicio, atender las necesidades de su pequeño Mateo le permitió continuar con su trabajo de oficina, sin embargo, con la llegada de la pequeña Emilia, tuvo que replantear su camino, por lo que decidió emprender un negocio propio.

Fue así como se acercó a una franquicia mexicana, que además de brindarle la oportunidad de convertirse en empresaria, le permitió crear experiencias para sus clientes que, en otras condiciones, se encuentran con negativas y visiones consumistas.

¿Por qué decidiste emprender un negocio?

Mis hijos crecieron y quiero tener tiempo para ellos, la vida fue moviendo mis prioridades, al ser mamá de un niño todavía era muy fácil cumplir con el trabajo que tenía en la iniciativa privada, pero ya con la niña y conforme van avanzando en sus estudios y actividades extraescolares, empiezan a demandar tiempo.

¿Por qué entrar al rubro de los ropones?

Lo que me hizo apostar por este mercado fue la experiencia que tuve al verme en la necesidad de elegir un ropón, me tocó ser madrina de bautizo y justo en la búsqueda del ajuar, llegué a una tienda, y al pedir que me dejaran tomar una foto para mandársela al padrino y a los papás recibí un ‘no’, dije entonces ‘voy a traer al bebé para probárselo’, y también me lo negaron porque se podía manchar, entonces esa parte tan fría y seca me hizo decidirme por esta franquicia, para así facilitarle esa parte a la gente, y que se lleven un modelo que verdaderamente les guste y le quede bien al festejado.

Creando experiencias para el recuerdo
Creando experiencias para el recuerdo

¿Qué te gustó de la marca?

Esta es una franquicia mexicana que impulsa la generación de empleo del país, al final es hacer circular el dinero entre mexicanos y eso me gustó mucho, la empresa tiene 13 años, se encuentra en León, Guanajuato y empezó como franquicia hace dos años. Además, tenemos ropones muy bonitos desde 800 pesos hasta otros modelos más elaborados de más de 5 mil pesos; para todos los gustos y bolsillos.

¿Qué diseños podemos encontrar aquí?

Modelos de tendencia europea y mexicana, incluso bordados a mano; algunos tienen pedrería, encajes y tul, y todos son elaborados con telas finas como shantung de seda, shantung charmin, lino, manta y organza. Para los niños que ya están más grandes y caminan, tenemos trajes en manta muy lindos y modernos.

¿Cuál ha sido la mejor experiencia que te ha dejado el proyecto?

Muchas, esta franquicia se caracteriza por el servicio que se le brinda a los papás, padrinos y hasta al bebé, tenemos un cambiador y nos dedicamos a generar una cercanía y empatía con todas las personas que nos visitan, y algo muy padre que he observado es que cuando los bebés se ven en el espejo con el ropón, se emocionan porque es algo nuevo para ellos; ver esa carita llena de alegría y sorpresa me encanta, es algo que me llena el alma.


No solo se trata de comprar

  1. Aunque el concepto de la tienda está definido por la franquicia, Jennifer decidió agregarle su toque personal a la decoración con unos viniles de pajaritos y un elegante sillón  vintage para que los papás y los padrinos se sientan más cómodos.
  2. El showroom de Pía Caterina está ubicado en Oyamel #28, esquina con el Boulevard Bernardo Quintana, en Álamos, segunda sección.

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