Antes de pensar en una alternativa de transporte público, como un tranvía o un tren ligero, se debe consolidar el sistema Qrobús, reconoció el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, quien reiteró que desconoce la propuesta del alcalde de la capital, Luis Bernardo Nava Guerrero.

El presidente municipal informó, en diversos foros, el análisis que lleva a cabo la autoridad que encabeza para determinar la viabilidad de otros sistemas de transporte, para que sean alternos al metropolitano que actualmente opera en Querétaro.

“No he platicado este tema con el presidente municipal. Pediría que primero nos concentráramos en tener al 100% el Qrobús, pues nos falta todavía un largo tramo (…) Quisiera que nos concentremos primero en este tema y no buscar, por el momento, otro hasta no tener el que estamos trabajando” expresó el mandatario.

Domínguez Servién afirmó que está supervisando la operación del Qrobús de forma personal.

Reportó que el pasado jueves 4 de abril se alcanzó el número máximo de autobuses en calle dando servicio: 875.

“Ayer [jueves] tuvimos el pico más alto, con 875 autobuses, cuando el promedio ha sido de 800.

“Necesitamos llegar a mil [autobuses] (…) Tenemos el compromiso de que en agosto llegaremos a 200 camiones nuevos más los 50 que ya llegaron”.

Agregó que ya alistan la convocatoria de licitación para la construcción del quinto eje estructurante para el transporte, el cual correrá por Avenida Zaragoza y costará 327 millones de pesos.

Reunión con AMLO

Domínguez Servién agregó que podría reunirse con Andrés Manuel López Obrador durante la Feria de Turismo en Acapulco, Guerrero, donde se definiría la fecha para que tome posesión como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).

“Probablemente me reúna con él el domingo, vamos a ver si le da tiempo para acordar fecha y agenda de la Conago. Tengo algunos ofrecimientos de fecha por parte de Presidencia: el viernes de Pascua o el 3 de mayo, pero lo quiero acordar con el Presidente”, dijo.

El gobernador recordó que es un mandato constitucional que un mando civil esté al frente de la Guardia Nacional, por lo que si se nombra a un militar, éste debe renunciar a sus cargos y nombramientos en la milicia.

“Es una reforma constitucional. La reforma señala que es un mando civil, si el Presidente llegara a nombrar a uno militar, tendría que renunciar al Ejército, la Marina, a quien pertenezca, y perdería todas sus cartillas militares”, indicó.

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