Concluyeron las jornadas de vacunación contra Covid-19 para los adultos mayores de 60 años que viven en Pedro Escobedo. Se vacunaron alrededor de 5 mil 800 adultos.

A las afueras de la clínica del IMSS en dicho municipio, donde se realizó la aplicación de las dosis, al menos 200 adultos mayores esperan su turno sentados en sillas plegables y acomodados en filas de cuatro integrantes; esperan bajo un toldo para protegerse del sol que se presenta fuerte desde las primeras horas del día.

Afuera de la clínica, los acompañantes -casi todos son hijos, sobrinos o nietos- esperan a que sus familiares sean vacunados. Saben que la espera será larga, y muchos de ellos descansan en bancos o sillas plegables.

Algunas familias, para ser de las primeras en recibir la dosis, llegaron a la clínica a las 5 de la mañana, sin desayunar, pero eso se resuelve en el pequeño puesto ambulante de tamales y atole que vende a más no poder, instalado afuera de la clínica.

Pasadas las 8 de la mañana inicia la primera ronda de vacunación. Los trabajadores de Bienestar, ayudándose de un megáfono, anuncian las indicaciones:

“Tengan a la mano la credencial del adulto mayor, por favor”, “guardemos la distancia, todos van a ser vacunados”, “por favor, esperen su turno”.

"Con aplausos", abuelitos agradecen a enfermeras que los vacunaron contra el Covid-19
"Con aplausos", abuelitos agradecen a enfermeras que los vacunaron contra el Covid-19

Los adultos esperan pacientes en sus asientos. Observan en silencio cómo un grupo de enfermeras se instala en una pequeña mesa blanca, al centro de la nave, separando en dos frentes a los adultos que serán vacunados.

El equipo de salud se las ingenia para hacer más rápidas y eficaces las jornadas de vacunación, así que se dividen las tareas: dos enfermeras sacan las dosis de la hielera y cargan la jeringa, otras dos enfermeras reciben la jeringa ya cargada con la dosis contra covid y se trasladan caminando hacia el adulto mayor que será vacunado; de esta forma ningún adulto se levanta de su lugar y la movilidad se reduce al mínimo.

Pasaron varios días antes de que el personal de salud encontrara la forma más rápida y sencilla de aplicar la vacuna; en jornadas anteriores los adultos mayores debían trasladarse al área de vacunación y después moverse hacia un área de reposo y observación. En este caso, las personas mayores reciben la vacuna en sus asientos y en ese mismo lugar esperan un lapso de 30 minutos antes de salir de la clínica y volver a sus casas.

Son ocho enfermeras en total las que llevan jeringas y aplican las dosis en el brazo izquierdo; en el área dos médicos realizan rondines y observan a los recién inmunizados, están atentos por si alguno presenta una reacción adversa, pero es muy poco común que eso suceda.

Los casi 200 adultos mayores de la primera ronda son vacunados en un lapso aproximado de una hora. Al aplicarse la última vacuna, los abuelos celebran con un fuerte aplauso dirigido a las enfermeras.

Ante la ola de aplausos, las enfermeras se sonrojan, sonríen detrás de los cubrebocas, se felicitan entre ellas, se sienten orgullosas de su trabajo. “Imagínese cómo nos sentimos al recibir esos aplausos, se nos enchina la piel, es hermoso ver la gratitud de la gente pero sobre todo nos da mucho gusto a nosotras por ver a los adultos mayores que se retiran de aquí ya con su primera dosis”.

"Con aplausos", abuelitos agradecen a enfermeras que los vacunaron contra el Covid-19
"Con aplausos", abuelitos agradecen a enfermeras que los vacunaron contra el Covid-19

Las enfermeras del IMSS se permiten un descanso, toman agua, reposan los pies, porque otra tanda de adultos mayores está a punto de entrar.

Mientras esperan que pasen los 30 minutos de reposo, los adultos hablan entre sí, preguntan si dolió, si tenían miedo, todos responden con una sonrisa detrás de la mascarilla. El ambiente es de celebración, a pesar de que afuera, el virus continúa cobrando la vida de cientos de personas.

Apenas es la primera dosis, los más de 5 mil adultos mayores de Pedro Escobedo deben volver a vacunarse cuando la segunda dosis llegue al país.

Alejandro Martínez, de 62 años, sale sonriente y caminando por su propio pie de la clínica del IMSS, afuera lo espera su hija.

“La verdad yo sí tenía un poquito de miedo, porque uno no sabe nada de esta enfermedad, pero pues hay que aprovechar esta oportunidad, mis hijos me dijeron ‘ya te toca ir a vacunarte’ y me trajeron hasta aquí. Apenas es la primera vacuna, me dicen que después van a ponerme otra pero no importa, se siente una tranquilidad muy grande”, dice.

Como él, cientos de adultos recién vacunados se reúnen con sus familiares que esperan atentos afuera de la clínica.

Tanto el personal de Bienestar como de la Sedena, se mantienen atentos al registro previo a la vacunación, deben comprobar que los adultos mayores realmente vivan en Pedro Escobedo, pues en esta jornada de vacunación, al menos 20 personas trajeron a sus familiares de Querétaro a que recibieran la vacuna en este municipio, pero fueron rechazados.

“Al menos 20 personas han llegado de otros municipios, por ejemplo de Querétaro, con sus papás para que los vacunemos, pero si no viven en Pedro Escobedo no podemos aplicar la vacuna, estas dosis están contadas para la población de este municipio, nosotros insistimos en que hay que mantener un orden”, comenta el equipo de Bienestar.

Además de Pedro Escobedo, las jornadas de vacunación se han instalado en Landa de Matamoros, Arroyo Seco, Amealco de Bonfil, Jalpan de Serra y Pinal de Amoles.

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