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En opinión del ex diputado federal Ricardo Mejía Berdeja, quien formó parte de la comisión legislativa que en 2015 evaluó la licitación del TAV, el proyecto férreo podría ser toda una realidad, de no haberse visto “los dados cargados” de la SCT en pro del consorcio chino-mexicano.
Mejía Berdeja comenta a este diario las razones por las que, en representación del partido Movimiento Ciudadano, votó en contra del informe camaral relativo a la licitación del TAV:
“Primero: me pareció evidente que debido a la complejidad de esa obra las empresas interesadas solicitaran una ampliación del doble del tiempo establecido (90 días) para presentar propuestas serias. Sin embargo, y aunque la petición fue observada por el testigo social, la SCT hizo caso omiso, dando como resultado que se retiraran los licitantes y que sólo un consorcio, justamente el que estaba ligado al Grupo Higa, presentara propuestas.
“Como segunda inconformidad, percibí que dentro del informe no se siguió como línea de investigación el posible conflicto de interés y un potencial tráfico de influencias en la licitación, hecho que a la postre causó la cancelación del mismo”, declaró el funcionario.
Para el legislador, una eventual reactivación del proyecto “no podría darse sin antes aclarar los puntos oscuros”, así como replantear el proyecto con “total transparencia”.
