La violencia registrada en Querétaro es un grito de auxilio de la sociedad, sobre todo de los jóvenes, para generar una mejor educación y recuperar el tejido social, dijo el vocero y vicario de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril.

Aludió a los casos como el de la joven de 15 años que enfrenta un proceso penal por ser la presunta responsable del asesinato de un menor de 13 años, el caso de la madre que se suicidó luego de quitar la vida a sus dos hijos, en San Juan del Río y también recordó el hallazgo de tres cuerpos en la capital del estado, correspondientes a una madre y sus dos hijos.

El vicario hizo un llamado a la sociedad en general para trabajar desde la familia con educación en valores y solidaridad, y que mejoren las oportunidades de tener un tejido social más fuerte.

Agregó que la responsabilidad de una sociedad en paz es responsabilidad de todos, empezando por el círculo familia, en donde debe involucrarse el gobierno y organizaciones sociales como la iglesia.

“Nuevamente un llamado a todas las familias a que nos esforcemos en el tejido social, en los valores familiares, en los valores que todos nosotros quisiéramos dejar para nuestra sociedad y de manera muy particular para nuestra familia”, destacó Lara Becerril.

“Tenemos el caso de la jovencita de Cadereyta, lo de San Juan del Río, son gritos sociales en donde todos podemos ayudarnos, haciendo una buena sociedad, que la familia sea una célula viva y sana, es una verdadera oportunidad para nosotros de crecer juntos”, agregó.

Los fenómenos de violencia, reconoció, son complejos y no pueden atribuirse a un solo factor, por ello hizo un llamado, principalmente a los padres de familia, para reforzar los valores del respeto y solidaridad que fomenten la sana convivencia entre las personas.

El regreso a clases

A días de que comience un nuevo ciclo escolar en educación básica, el sacerdote dijo a los padres de familia que la mejor herencia que pueden dar a sus hijos es una educación de calidad, invitándolos a no dejar de hacer los esfuerzos necesarios para que los menores acudan a la escuela, ya que ésta los prepara para enfrentar un mejor futuro que derive en una mejor sociedad.

“Es la mejor herencia para los hijos, una buena educación, reconocer el esfuerzo de los padres; los niños son el futuro y son los que pueden mejorar las condiciones sociales y caminar hacia una sociedad más solidaria”, destacó.

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